“Hago dibujos y tarjetas para invitar a mis amigos a las actividades de la iglesia, estoy segura que Dios me dio este don especial, y lo estoy utilizando para el servicio y su obra”, expresa Dámaris Paredes, una adolescente de 13 años y miembro activo en la Iglesia de Ventanas Norte, del distrito Ventanas – Las Naves, en el sur de Ecuador (Misión Ecuatoriana del Sur – M.E.S), quien encontró en el arte una manera de evangelizar.

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Durante la entrega de libro misionero, “El Gran Conflicto”, Damaris preparó tarjetas personalizadas para una dedicación e invitación a sus amigos a asistir a la programación de su iglesia por Semana Santa. Ellos, conmovidos por la invitación y el detalle de la adolescente, aceptaron, acudieron, y como resultado de ello, se lograron interesados en el estudio de la Biblia.

Ella, reconoce la necesidad que existe de la predicación del evangelio, y otorga un crédito especial a sus padres por el apoyo y el impulso para ir a buscar a más adolescentes para que conozcan de Dios, además del refuerzo en su vida espiritual y su comunión con Dios.  

“Mis padres me ayudan mucho. Me acompañan a realizar las visitas, me enseñan como acercarme a alguien y como dar estudios bíblicos; me dedican un tiempo especial, y yo, descubrí lo importante que es darle mis dones a Cristo, y por eso empecé a dibujar mensajes de Jesús y a compartirlos, incluso creé una página, Galería Online Adventista, para publicarlos, y a mis amigos les gusta mucho”, comenta Dámaris.

Damaris, líder de su Grupo Pequeño Teen (clase de estudio de la Biblia para adolescentes), se encuentra reclutando a más personas para la apertura de una clase bíblica junto a su maestra de juveniles. Actualmente cuenta con 6 personas a las que visita y enseña de Jesús.

“Quiero servir a Dios porque el sacrificio que Él hizo me impactó, y necesito que la gente sepa que tienen ese valor y que ya pagaron un alto precio por ellos. Dios ama al ser humano y todos deben de saberlo; Mis padres me han instruido para servir a Cristo, y están muy involucrados con mi salvación, y de la misma manera me siento yo, con la tarea de predicar a más personas del amor de Dios”, afirma la adolescente. 

Así como ella, varios adolescentes del sur del país, están comprometidos con la misión, hablando, predicando, participando y trabajado con amor y con ánimos, a través del método de Cristo, haciendo amigos y cuidando de ellos.

Conozca un poco más del ministerio de esta adolescente, en las siguientes fotos:

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