Brasilia, Brasil… [ASN] El 5 de junio es la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano, realizada en Estocolmo, Suecia. Desde entonces, se han desarrollado acciones de preservación del ecosistema a nivel mundial. Para la bióloga Luciana Guilhem, el contacto con la naturaleza es un paso fundamental para la concientización de preservación del medio ambiente.

Por esa razón, las escuelas de la Red de Educación Adventista ha creado proyectos que aproximen a los alumnos con la naturaleza.  “Los días en los que vivimos, la mayoría de los niños viven en departamentos o lugares muy apretados. No tienen mucho contacto con la naturaleza”, lamenta Raquel Ricarte, responsable de la Red del Nordeste. La pediatra Dayse Oliveira explica que el contacto con la naturaleza contribuye a disminuir la incidencia de dolencias respiratorias, además de tener gran importancia en el desarrollo cognitivo de los niños.

“Pequeña Granja”

En Gravatá, ciudad de Pernambuco, el Instituto Adventista de Ensino (IAPE) construyó una mini- granja que recibió el nombre de “Pequeña granja”. En el espacio, inaugurado el 2 de junio, se harán todas las clases de ciencias de los alumnos de la educación infantil y del quinto año. Fuera del horario de clases, este estará disponible para alumnos de otros años, padres y miembros de la comunidad. Pueden ir hasta el lugar a pie o en la carrocería de un tractor (debidamente preparado). "Del edificio escolar hasta la granja, los alumnos van en un tractor que tiene una carrocería grande. ¡Están tan felices! ", Cuenta Raquel Ricarte, una de las coordinadoras del proyecto. Los niños también estudian la piscicultura - ayudando a cuidar de los peces del lago del colegio - y las aves. "En las clases en el gallinero, los alumnos toman huevos en la mano... ¡Es una fiesta!", conmemora la profesora.

La bióloga Luciana Guilhem cree que las clases al aire libre contribuyen a incentivar la percepción y conciencia del medio ambiente, que ella define como un conjunto de componentes físicos, químicos y biológicos que interactúan entre sí, causando efectos directos o indirectos y regir la vida en todas sus formas ". "Conocer, tener contacto y proximidad es fundamental para desarrollar el respeto y despertar la curiosidad para el estudio", completa.

 

Para Raquel, ese contacto ayuda al desarrollo cognitivo, físico, social y espiritual. “Ellos aprenden a cuida de otro ser vivo, conceptos de ciudadanía, respirar aire puro, tener contacto con lo verde, y toman más agua porque caminan más. También reflexionan en la creación, al final la naturaleza es una revelación del amor de Dios. Cuanto mayor el contacto con la naturaleza, mayor es el contacto con el Creador”, concluye. La pediatra Dayse Oliveira añade “En contacto con la naturaleza, el niño queda más tranquilo, logra dormir mejor y aprender más rápido” refuerza.

Huerta orgánica

En el otro extremo del país, en la ciudad de Nuevo Hamburgo, en Rio Grande do Sul, los alumnos de 5to año del Colegio Adventista comenzaron a trabajar en una huerta 100% orgánica al principio del mes de mayo de este año. “La primera fase fue preparar el suelo. Ellos transformaron la tierra junto al ingeniero agrónomo usando productos orgánicos que no agreden el ambiente”, cuenta la coordinadora pedagógica de la institución, Ester Sabino Fávaro. En la última semana de mayo, con el suelo listo, los alumnos ya hicieron el primer plantío usando mudas de hojas que pueden ser usadas para hacer té, bebidas bien aprovechadas en el invierno del sur de Brasil. Y durante la primera semana de junio ya comenzaron a plantar otros alimentos como cebollas verdes, perejil, zanahorias, tomates y brócoli.

Ester cuenta que, una vez que la huerta esté con la producción “a todo vapor”, los niños podrán Recoger las hojas y vegetales que deseen para producir la propia huerta en casa o incluso dentro de los apartamentos - razón que impulsó la iniciativa. “el proyecto surgió ante la realidad de nuestros alumnos: la mayoría vive en departamentos y no tienen acceso a un patio o un espacio mayor para plantar alguna cosa”, explica.

La escuela también cuenta con un espacio verde al lado del predio con libre acceso para los alumnos, sea para las clases de ciencias o para pasar los recreos. "Los alumnos también usan ese espacio para clases e investigaciones. Buscan insectos, gusanos y otros microorganismos de jardín y se sorprenden al encontrarlos", relata la coordinadora Ester Fávaro. Los nuevos descubrimientos trabajan patrones cognitivos, ayudando en el control de trastornos conductuales y emocionales como hiperactividad y disturbios del sueño, explica la pediatra Dayse Oliveira. La especialista aconseja que padres y responsables hagan del contacto con la naturaleza una rutina que ocupe por lo menos un día de la semana. "Pasear en el parque, dejar al niño en contacto con un área verde y animales al menos una vez por semana es fundamental para el desarrollo", afirma.

Otras acciones

Además de las actividades de las Redes de Educación Adventista en todo el país, la Iglesia Adventista del Séptimo Día también ofrece acciones que posibilitan el contacto con la naturaleza por medio del Club de Conquistadores. Se ofrecen cursos, que reciben el nombre de especialidades. En el Manual de Estudio de la Naturaleza, los conquistadores estudian flores, insectos, hongos, árboles, algas marinas, insectos, mamíferos, apicultura, geología, agricultura y mucho más. Pueden participar en las actividades del Club los niños y adolescentes entre 10 y 15 años de edad.

ONU y Medio Ambiente 

En 1972, en la Conferencia de Estocolmo fue creado el primer Manifiesto Ambiental que estableció que “defender y mejorar el medio ambiente para las actuales y futuras generaciones se convirtió en una meta fundamental para la humanidad”, de acuerdo con el sexto párrafo de la Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Ambiente Humano. [Equipe ASN, Aline do Valle].

Vea el video de la pocisión de los adventistas en relación al Medio Ambiente.