Renunció a su trabajo de 33 años para dedicarse al colportaje y servir a Dios

Así como el mar nunca deja de moverse, hay llamados que no cesan. Para Juan, la voz de Dios no fue un pensamiento fugaz, sino una convicción profunda que lo llevó a tomar una de las decisiones más difíciles de su vida: dejar atrás su empleo de 33 años para entregarse por completo al ministerio del colportaje.
“Siempre sentí en mi corazón el llamado de Dios”, cuenta Juan con voz serena, pero firme. Un día, en oración, pidió dirección divina. La respuesta no tardó. Llegó en forma de un sueño claro y poderoso. Entonces, renunció. No fue fácil, pero sabía que debía seguir la voluntad de Dios.
De la seguridad laboral a la fe sin reservas
Juan dejó la comodidad de una rutina conocida por la incertidumbre del evangelismo puerta a puerta. Su misión: llevar esperanza en forma de libros, sembrar la semilla del Evangelio en cada hogar que visita.
“El colportaje no es solo vender libros”, afirma. “Es tocar corazones, acompañar a las personas, sembrar fe y cosechar frutos para el Reino de Dios”.
Con cada ejemplar entregado, Juan siembra algo más que palabras impresas: siembra oportunidades de transformación. En seis meses, ha ofrecido más de 50 estudios bíblicos y ha sido testigo directo del bautismo de 13 personas.
Más que libros: matrimonios, decisiones, nuevas vidas
Pero su labor va más allá del libro. Juan acompaña, ora, escucha. Ha guiado a parejas a formalizar su compromiso en matrimonio y ha sido un instrumento para fortalecer la fe de quienes desean sellar su decisión por Cristo a través del bautismo.
“Cada vez que entrego un libro, siento que estoy sembrando una semilla que con el tiempo dará muchos frutos”, dice. Su historia es un testimonio vivo de que, cuando Dios llama, el resultado siempre vale la pena.
Una invitación a responder
La experiencia de Juan nos recuerda que todos podemos ser misioneros desde donde estamos. El colportaje, más que una tarea, es un ministerio de amor, de fe y de obediencia. Una oportunidad que Cristo nos da para cambiar el mundo, un libro y un corazón a la vez.