Fundación Educacional Francisco H. Westphal realizó retiro espiritual: “En las Huellas de Jesús”
Más de 220 personas del equipo educacional participaron de un inspirador retiro espiritual realizado en la localidad de Buin. Bajo el lema “En las Huellas de Jesús”
El pasado sábado 6 de abril, la Fundación Educacional Francisco H. Westphal convocó a más de 220 colaboradores de sus establecimientos a participar de un inspirador retiro espiritual realizado en la localidad de Buin. Bajo el lema “En las Huellas de Jesús”, esta jornada buscó fortalecer la visión espiritual de la Educación Adventista y renovar el compromiso del personal con su misión más profunda: preparar a niños y niñas para el reino de los cielos.
Actividades que inspiran compromiso
El encuentro no solo fue una instancia de conexión con Dios, sino también de reflexión colectiva. Durante la jornada, el personal educativo participó en actividades colaborativas diseñadas para compartir ideas concretas sobre cómo cada rol —docente, asistente o administrativo— puede impactar positivamente en la vida espiritual de los estudiantes.
Uno de los momentos centrales fue la reflexión del Pr. Israel Jaramillo, presidente de la Asociación Metropolitana de Chile, quien recordó que, desde la mirada divina, los colegios adventistas no fueron creados solo para educar mentes, sino para dar a conocer el plan de salvación. Subrayó que la verdadera tarea de estos establecimientos es formar ciudadanos




Las tres marcas de la Educación Adventista
A lo largo del programa, se reforzaron las cuatro marcas que guían el quehacer de la educación adventista en la Fundación:
- Clases Bíblicas, espacios programados para enseñar las verdades de la Palabra de Dios de manera intencional.
- Visitación, que promueve el acompañamiento espiritual y emocional a estudiantes, familias y trabajadores.
- Triple A, una red de estudiantes adventistas que sirve a Dios dentro y fuera del aula, motivando a otros a sumarse.
Estas marcas buscan orientar la labor educativa hacia un objetivo misionero claro: que cada colegio funcione como una iglesia activa, donde Cristo sea el centro de cada experiencia.




Voces del equipo educativo
Para Fabiola Fuentealba, terapeuta ocupacional en los colegios John Andrews y Porvenir, el retiro fue una experiencia única: “Fue mi primer retiro espiritual en este contexto y lo encontré maravilloso. Compartir con colegas de otros colegios también fue muy enriquecedor. Es necesario tener estos espacios para renovar el propósito de nuestra labor”.
Desde una mirada institucional, Jorge Iturra, Departamental de Educación de la Unión Chilena, destacó la importancia de generar estos espacios en el contexto educativo:
“Que el personal de los colegios pueda unirse en torno a una temática de misión es cada vez más urgente. No solo fortalece la fe, sino que permite reafirmarla. Nos recuerda por qué estamos aquí, qué significa realmente ser parte del sistema de educación adventista, y cómo desde la docencia, desde lo técnico o lo administrativo, podemos aportar al propósito que Dios tiene para Su Iglesia. Estamos llamados a hacer de nuestras aulas un lugar donde se anuncie el mensaje del Reino”.


En esa misma línea, Eduardo Jeldres, Departamental de Educación de la Asociación Metropolitana de Chile, enfatizó que el retiro fue también una oportunidad para comprender cómo cada uno está dejando una huella en los estudiantes:“Estamos convencidos de que, como equipo educativo, debemos marcar la vida de nuestros alumnos con el carácter de Cristo. Desde el docente hasta el auxiliar, todos tenemos una oportunidad de mostrar a Jesús en nuestras acciones diarias. Las marcas que compartimos hoy no son conceptos teóricos: son compromisos. Ya hay colegios que se han comprometido con metas claras en visitación, por ejemplo. No es solo ir donde el estudiante con dificultades, también es reconocer y afirmar a los talentosos, a los silenciosos, a todos”.
Un impulso espiritual para continuar la misión
El retiro culminó con la presentación del Libro Misionero 2025, reafirmando el compromiso de los colegios con el mensaje evangelizador. Para muchos asistentes, como Vanessa Cabrera, docente del Colegio Adventista Porvenir, el retiro fue también una pausa necesaria: “Estos espacios nos ayudan a desconectarnos del estrés del día a día y a reencontrarnos con Dios. Nos renuevan desde adentro, y eso también lo notan nuestros estudiantes”.
Finalmente, el capellán Joaquín Prieto, del Colegio Adventista Santiago Norte, compartió una importante reflexión que:
“Creo firmemente que estamos viviendo el fin del tiempo del fin, y si el enemigo está redoblando esfuerzos, nosotros también debemos hacerlo. Este retiro nos recuerda que necesitamos estar tomados de la mano del Espíritu Santo, porque solo así podremos cumplir la misión que Dios nos ha dado”.
Seguir las huellas de Jesús, hoy

“En las Huellas de Jesús” no fue simplemente una actividad más en la agenda institucional: fue un alto en el camino para mirar a Cristo y reenfocar la labor educativa en su verdadero propósito. Más allá de una jornada emotiva, lo vivido en Buin dejó un mensaje claro: cada sala de clases es un campo misionero, cada estudiante una oportunidad para sembrar esperanza, y cada trabajador un embajador del Reino de Dios. Con el corazón renovado, el equipo educativo de la Fundación vuelve a sus colegios con la convicción de que educar es también un acto espiritual, y que en cada paso, están llamados a seguir las huellas de Jesús.