“Por fin, papá y mamá se bautizaron”, celebran estudiantes de colegio adventista
La Educación Adventista no solo marca la vida de sus estudiantes, sino que también guia a los padres a los pies de Jesús.
La familia Castro Orrillo, conformada por David, Brighit y sus cuatro hijos, que estudian en el Colegio Adventista “John Andrews” de Cajamarca, en Perú, tomó una decisión que marcó un antes y un después en su vida. El sábado 29 de marzo, la pareja de esposos fue bautizada en la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que está en las instalaciones del colegio, sellando su amor por Cristo, iniciado en 2022.
David, sociólogo, y Brighit, ingeniera de sistemas, confiaron en la Educación Adventista desde su llegada a la ciudad. No solo buscaron formación académica para sus hijos, sino también valores sólidos. “El colegio abrió las puertas a nuestros hijos, pero también a nuestro corazón”, señaló Brighit.
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Alumnos que inspiran
Tres de los hijos de la pareja, Luana, Alexa y Fabio, decidieron entregar sus vidas a Dios, mediante el bautismo, meses antes. Su vínculo con las actividades espirituales del Adventista “John Andrews” y de la Iglesia Adventista “Vista Alegre”, que funciona cada sábado en el mismo campus, fortaleció su fe. Incluso Lucas, el menor, asiste con entusiasmo.
Los cuatro hermanos forman parte del Club de Conquistadores “Centauro” de la iglesia, participan en caminatas, campamentos y semanas de oración. Cada experiencia reforzó el deseo de ver a sus padres ser parte del pueblo de Cristo, entregando sus vidas a Dios.
El día esperado llegó
Durante años, el pastor del colegio, Josue Quispe, acompañó de cerca a la familia. Aunque David mostraba interés, no se decidía a dar el paso. Ni siquiera un accidente laboral, del cual salió ileso, cambió su postura. Sin embargo, sus hijos no dejaron de orar pidiendo a Dios que sus padres aceptaran entregarle sus vidas, a través del bautismo, y con su compromiso con el estudio de la Biblia y las actividades de la iglesia fueron un fuerte testimonio para sus padres.
Finalmente, el viernes 28 de marzo, David tomó la decisión. Entre lágrimas, se lo comunicó al pastor: “Voy a entregar mi vida a Jesús”. La noticia conmovió a toda la familia. “Por fin, papá y mamá se van a bautizar”, expresaron sus hijos con emoción.
El bautismo se realizó al día siguiente, en el marco del quinto sábado de la Educación Adventista. Aunque el pastor Josue tenía otro compromiso ese día, logró llegar a tiempo. Venció el tráfico y la lluvia. Entró directamente al bautisterio para bautizar a David. El pastor Jesús Pucca bautizó a Brighit.
Cristo en el hogar
“La fe es un regalo que transforma no solo tu vida, sino la de toda tu familia. Nunca es tarde para empezar. Dios obra en su tiempo perfecto”, expresó David, al dirigirse a otros padres que aún dudan. Su hija Alexa, de 13 años, expresó: “No hay nada imposible para la oración”.
La historia de los Castro Orrillo evidencia el impacto de la Educación Adventista. No solo forma estudiantes. También transforma familias.
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