Impacto del Voluntariado de Acompañamiento Espiritual en el Sur de Chile
En el año 2024, se han realizado un total de 4480 atenciones a pacientes hospitalizados y ambulatorios, llevando consuelo y esperanza.

El Ministerio de la Mujer en el sur de Chile ha sido un referente de esperanza y amor a través de los Voluntariados de Acompañamiento Espiritual en el territorio austral, una iniciativa que ha demostrado ser una poderosa herramienta de testimonio y servicio para la comunidad.

Recientemente, el Ministerio de la Mujer tuvo un impacto significativo al atender a más de 4 mil personas en el hospital de Temuco, gracias a la participación activa de hermanas y hermanos.
Servicio en el sur
Este logro ha sido el motor para fortalecer el ministerio en lugares como Vilcún, Lautaro, Barros Arana, Nueva Imperial, Villarrica y Loncoche, donde la labor de servicio y acompañamiento espiritual sigue creciendo y llegando a más personas necesitadas.
Desde Angol hasta Puerto Williams, el objetivo es claro: llevar el mensaje de salvación a todos aquellos con quienes podamos establecer un vínculo.
Por ello se extiende la invitación a hermanas y hermanos a colocar sus dones al servicio del Señor y unirse al Evangelismo Vive en sus diversas formas, incluyendo el Voluntariado de Acompañamiento Espiritual, la predicación y la oración intercesora.

En el año 2024, se han realizado un total de 4480 atenciones a pacientes hospitalizados y ambulatorios, llevando consuelo y esperanza a través de nuestra labor voluntaria.
Cada atención es una oportunidad para compartir el amor de Cristo y ser instrumentos de paz en medio del dolor y la aflicción.
Testimonio
En un día de servicio en el hospital de Temuco, una paciente anhelaba desesperadamente la visita de alguien de la iglesia adventista tras recibir un diagnóstico terminal.
A pesar de haber perdido contacto con la iglesia por más de 25 años, su corazón ansiaba la presencia de alguien que le llevara consuelo y esperanza en sus últimas horas.
En su congoja habló con Dios... "Señor, me gustaría que tú me visitaras que tú vinieras para acá y que trajeras a alguien de la iglesia para que pudiera hablar conmigo". Clamó la paciente.

Fue entonces cuando una voluntaria se acercó a la hermana de forma inesperada, y pudo atender sus necesidades espirituales, ella decidió volver a su fe y entregar su vida al Señor, desencadenando una seguidilla de eventos que marcarían vidas.
La nieta de esta hermana compartió cómo la transformación espiritual de su familiar impactó profundamente en su vida.
Gracias a la fe renovada, la paciente encontró el camino de regreso a la iglesia y la comunión con Dios. La presencia de la fe en su hogar trajo paz y consuelo en medio de la enfermedad, permitiendo que toda la familia experimentara el poder sanador del amor divino.
Este testimonio conmovedor nos recuerda el impacto que un acto de fe y amor puede tener en las vidas de quienes nos rodean.
A pesar de las circunstancias difíciles y los caminos insondables de la vida, la presencia de Dios se manifestó a través de una hermana dispuesta a ser instrumento de su amor y consuelo.

Adventistas por el prójimo
Que esta historia nos inspire a seguir sirviendo con entrega y compasión, recordando que en los momentos de mayor vulnerabilidad, la luz de la fe brilla con mayor intensidad.

Este testimonio nos recuerda que cada gesto de amor y servicio puede tener un impacto eterno en la vida de las personas.
Seguimos comprometidos en llevar el mensaje de salvación a todos y en involucrar a todas nuestras hermanas y hermanosen esta labor de amor y servicio que pronto llegará tambien a Gorbea.
Que el Ministerio de la Mujer siga siendo un instrumento de bendición y esperanza en el sur de Chile.