Un espacio acogedor y cautivante: así son conocidos los Espacios Nuevos Tiempo en Manaos, la ciudad más poblada del norte de Brasil. Recientemente, estos lugares han cobrado un nuevo significado con la graducación de un grupo exclusivo de personas sordas que realizaron el estudio de la Biblia.

Los sábados, siete estudiantes, provenientes de diferentes barrios de la ciudad, se reúnen para aprender más sobre la Palabra de Dios. Entre ellos se encuentran Maria Nascimento y Marcelo Oliveira, que llegaron a la iglesia hace dos años. Aunque ya estaban integrados en la comunidad, sentían que todavía les faltaba algo en su camino espiritual.

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"Yo ya había asistido a otra iglesia, pero era difícil entender porque no había intérprete, y no sé leer la Biblia." Tener un lugar y gente que me enseñara fue increíble. Cuando comprendí lo que Jesús hizo por mí, decidí bautizarme", dice María.

Los estudios bíblicos, que suelen durar alrededor de una hora, pueden extenderse hasta tres horas, teniendo en cuenta la necesidad de adaptarse a la enseñanza en libras, la lengua de señas brasileña. Según Francisco Neto, instructor bíblico voluntario, este trabajo es desafiante y requiere dedicación, pero los frutos han sido gratificantes.

"Dar estudios bíblicos a personas sordas me hizo ver que necesito aprender mucho sobre el amor. Tuvimos que entrar en su universo, que es totalmente diferente al nuestro", detalla Neto.

Entre las actividades llevadas a cabo por el grupo se encuentran las clases bíblicas, las reuniones de grupos pequeños y Escuela Sabática, todas adaptadas para satisfacer las necesidades específicas de los participantes. Los estudiantes son activos y siempre aportan temas relevantes a las discusiones.

"Tenemos muchas dudas. Estudiar la Biblia es muy difícil. La comunidad sorda necesitaba un lugar como este. Estoy feliz de poder ayudar a mis amigos con lo poco que sé", explica Jonathan Cavalcante, quien también es maestro de la clase.

En la graduación del grupo, el templo adventista de la Avenida das Torres tuvo el desafío de recibir a los estudiantes en libras, para alegría de quienes luchan diariamente por la inclusión.

"Fue el momento más notable. Ver a toda la iglesia, que es grande, aplaudiéndonos en libras fue emocionante", relata Marcelo Oliveira.

A raíz de sus estudios, Maria Nascimento y Marcelo Oliveira decidieron dar un paso hacia el bautismo. Para ello, los pastores se enfrentaron al reto adicional de aprender a realizar la ceremonia en Libras. Otros estudiantes, como Érika Pérez y Alexandre Farías, también han tomado esta decisión y están a la espera de la regularización de sus documentos, ya que son extranjeros.

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