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Comportamiento

Vida sencilla

La solución para muchos problemas y grandes cuestiones de la vida no siempre está en asuntos y procesos complejos


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Una vida sencilla está relacionada, sobre todo, a la confianza plena en Cristo. (Foto: Shutterstock)

Mi nieto menor Oliver, de tres años, comenzó a tener un comportamiento extraño, pestañeaba excesivamente. Al principio pensábamos que era solo cuando intentaba expresarse, pero después vimos que eso sucedía siempre y en todos los lugares. Así, la familia trató de identificar lo que estaba pasando con el niño y comenzó a buscar varias causas y tratamientos.

Algunos decían que era psicológico, lo que era difícil de aceptar, porque el niño era prácticamente normal y tenía la madre a su lado las 24 horas cada día, los siete días de la semana. Otros culpaban a los ojos e insistían que debería consultar a un oftalmólogo o optometrista. Pero él no parecía tener problemas para ver.

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Le pregunté si le picaban los ojos o algo así, pero dijo que no. Podría ser una alergia o algo irritante en la conjuntiva, pero no había señales. Otros pensaban que podría ser la falta de lágrimas; tal vez sus ojos estaban muy secos. Pero no faltaban lágrimas cuando lloraba. La deshidratación era otra posibilidad; sin embargo, Oliver bebía agua en abundancia.

Mientras todos pensaban y sugerían cosas, esta es una familia de profesionales de salud: dos médicos, una enfermera modelo, un dentista, una fonoaudióloga, la ‘Dra. Mamá’ decidió hacer algo y resolvió cortarle el cabello al niño, especialmente en el flequillo. Después de eso, el parpadeo desapareció. El flequillo lo incomodaba de alguna forma, y esa era la causa de su pestañear excesivo.

Simplicidad

Eso me hizo pensar sobre cuán importante es considerar las cosas sencillas en la vida. Cuántas veces intentamos resolver nuestros problemas y terminamos complicándolos todavía más porque no pensamos de manera sencilla. ¿Por qué nuestras mentes están más propensas a soluciones complicadas?

Yo culparía en parte a la ciencia por eso, por el hecho de que el mundo científico ignora los conceptos sencillos de la Biblia. Por ejemplo, los humanos dejaron de creer en la creación de la Biblia y así crearon teorías que se volvieron tan complejas que son más difíciles de creer que creer en Jesucristo. La ciencia inventó millones de años de evolución en comparación con seis mil años de creación. La ciencia creó períodos de desarrollo en este mundo considerando eras glaciares, erupciones volcánicas y terremotos para explicar nuestra geografía actual en vez del simple diluvio bíblico.

La ciencia también desarrolló teorías de comportamiento para orientar a las personas en sus vidas que produjeron más complicaciones que ayuda. Muchos enfoques psicológicos basados en sexo, necesidades y autosatisfacción que ignoran totalmente los principios sencillos de la Biblia han llevado a muchos a la inestabilidad mental, depresión y ansiedad.

El ser humano está siempre en busca de soluciones complejas y de alto costo para sus vidas. Creen que pueden resolver los problemas actuales de la sociedad con sus técnicas. Piensan que pueden controlar la desigualdad social, la violencia, el crimen y la destrucción ambiental. Pero el futuro parece sombrío.

Confianza en Cristo

El secreto para resolver esos problemas continúa siendo ignorado porque es demasiado sencillo. La solución es Jesucristo. Él estaba siempre alrededor de personas sencillas, enseñando mensajes sencillos y predicando el evangelio de la sencillez. En verdad, en esta vida si queremos ser felices no necesitamos fortuna, fama y poder. ¿Cuántas propiedades tenía Jesús? Ninguna, ninguna casa, ni automóvil, ni carruajes ni siquiera un caballo. No tenía una casa en la montaña ni en la playa. Él era un sencillo y pobre ser humano. Pero al mismo tiempo era el Hijo de un Dios poderoso.

Y aunque su mensaje era muy sencillo, Jesús vino para salvar a los seres humanos, comenzando por los pobres, los rechazados, y los menospreciados. Y esta fue la razón principal por la cual los líderes religiosos de la época lo rechazaron, era muy sencillo. Pero bastante sencillo para mí, ¿y para usted? ¿A quién aprecia más en esta vida, el sencillo carpintero de Nazaret o los ricos sofisticados y famosos de la sociedad?

“Ahora, pues, temed a Jehová, y servidle con integridad y en verdad; y quitad de entre vosotros los dioses a los cuales sirvieron vuestros padres al otro lado del río, y en Egipto; y servid a Jehová.Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:14, 15).

Hildemar Santos

Hildemar Santos

Salud y Espiritualidad

Cómo prevenir enfermedades y tener una vida saludable.

Médico y docente de la Faculdad de Salud Pública en la Universidad de Loma Linda, Estados Unidos.