Durante la Semana de Mayordomía Cristiana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la historia de María Peña, miembro activo de la Iglesia Adventista José Olaya en Bellavista "B", en el departamento de San Martín, Perú, se destaca como un ejemplo de fidelidad. El año pasado, al enterarse de que necesitaba una operación, ella hizo un pacto con Dios: seguiría siendo fiel, sin importar lo que el futuro le deparara.

Un Pacto con Dios

El año pasado, al enterarse de que necesitaba una operación, hizo un pacto con Dios: se comprometió a seguir siendo fiel sin importar las circunstancias. Como símbolo de su promesa, separó un becerro pequeño como ofrenda especial. Este sábado 17 de agosto, tras recuperarse de manera milagrosa, cumplirá su pacto entregando el precio del becerro como primicia.

María, una mujer casada, ha enfrentado desafíos en su vida, como no poder tener hijos a pesar de haberlo deseado durante muchos años. Sin embargo, en lugar de culpar a Dios, ella agradece cada día por la vida y las bendiciones que Él le brinda a su hogar.

El pastor Darwin García Flores, líder del distrito, subraya la dedicación de María, quien, a pesar de las dificultades, ha demostrado una fidelidad ejemplar. Su historia no solo es inspiradora para su congregación, sino también un recordatorio en la perseverancia y en el cumplimiento con Dios, incluso en medio de la adversidad.

Compromiso activo en la Iglesia Local

Actualmente, sigue participando activamente en su iglesia local, sirviendo como maestra de niños y coordinadora del Ministerio de la Mujer. Su continuo servicio refleja su compromiso con la misión de la iglesia y su amor por Dios, demostrando que la mayordomía es una forma de vida que va más allá de los recursos, abarcando cada aspecto de su vida.

La historia de María Peña es un testimonio de lo que significa ser un buen mayordomo, inspirando a todos a reflejar el amor y la dedicación a Dios en sus vidas diarias, especialmente en los momentos más desafiantes.