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13 años después, jóvenes se reencuentran con voluntarios Caleb y lideran en Misión Caleb 2024

Kevin y Claudia influenciaron a dos niños en Trujillo a través del liderazgo y servicio; ahora, los niños continuaron el legado como jóvenes voluntarios en Lima


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Gabriel y Joel, junto a Kevin y Claudia, en la Iglesia Adventista "Huáscaran" en Lima-Chaclacayo. (Foto: Kevin Bances)

Hace aproximadamente 13 años, un grupo de jóvenes adventistas del Club de Líderes JASS (Jóvenes Adventistas al Servicio del Señor) fue parte de una misión que cambiaría vidas para siempre. Invitados por el pastor Antonio Villafuerte, se unieron al proyecto Misión Caleb 3.0 en el año 2011, en la ciudad de Trujillo, específicamente en la Iglesia Adventista de Florencia de Mora. Este evento impactó a la comunidad y dejó una huella imborrable en las vidas de muchos, incluyendo a dos niños: Gabriela y Joel.

En aquel entonces, nadie imaginaba que estos pequeños, quienes ahora son líderes de un Equipo Caleb en el proyecto Misión Caleb 2024, regresarían a Lima para reencontrarse con Kevin y Claudia, miembros de la Iglesia Adventista "Huascarán". Este reencuentro, años después, subraya cómo el impacto de ayer continúa inspirando vidas hoy.

Equipo de jóvenes adventistas del Club de Líderes JASS de la Iglesia Adventista "Villa Unión" en Trujillo. (Foto: Kevin Bances)

"Recuerdo que al llegar a Trujillo nos llamaban "los de los polos amarillos", una frase que tomamos en serio, y ese nombre se convirtió en un símbolo del impacto que queríamos generar", comentó Claudia Dupont, una de las jóvenes voluntarias que dirigía a los niños de la Iglesia Adventista de Florencia de Mora, enseñándoles sobre Jesús y nuevas canciones para alabar a Dios.

Claudia es la joven con vestido morado dirigiendo los cantos, y Gabriela es la pequeña sentada con casaca celeste. (Foto: Kevin Bances)

A lo largo de los años, Joel, de 9 años, y otros niños recordaron con cariño las canciones y enseñanzas que los jóvenes de Lima compartieron, como 'El Hombrecito Chueco' y 'Yo no quiero ser un Yoyo', que aún resuenan en las reuniones de la iglesia.

Claudia y Kevin están en el lado derecho de la foto, mientras que el pastor Villafuerte, con chaleco azul y sin gorra, está a la izquierda. (Foto: Kevin Bances)

"JASS 911" Jóvenes Adventistas al Servicio del Señor

Uno de los momentos más memorables de Misión Caleb 3.0 fue la clausura en el estadio de Mansiche, donde Joel, entonces un niño de aproximadamente nueve años, participó activamente. Esta clausura fue el resultado de un trabajo coordinado por el pastor Antonio Villafuerte, quien en ese momento era director de jóvenes de la Unión Peruana del Norte. Villafuerte asignó al Club de Líderes JASS la tarea de confeccionar banderolas y banderas, tarea liderada por Kevin Bances, con el objetivo de representar al Proyecto Caleb y otras áreas de trabajo juvenil.

En la foto, Joel está resaltado con una línea verde, mientras que Claudia y Kevin, con polos Caleb, están al lado izquierdo.

Las banderolas desfilaron por todo el Mansiche, simbolizando el esfuerzo y la dedicación de los jóvenes adventistas. Kevin Bances recordó: "Formábamos parte del staff convocados por el pastor Antonio Villafuerte. Nos asignaron tareas desafiantes, pero las asumimos con determinación. Realizamos campañas médicas, visitas, estudios bíblicos y coordinamos el cierre del evento en el Mansiche."

Banderolas Misión Caleb 3.0
Bandera gigante del Ministerio Joven.
Kevin, con camisa celeste, está realizando las banderolas.

Este desafío, conocido como "JASS 911" —una frase utilizada por los líderes de la Iglesia Adventista para situaciones que requerían creatividad y servicio inmediato sin perder el enfoque en el evangelismo— fue confiado a los jóvenes de JASS debido a su capacidad de respuesta rápida y efectiva.

Reencuentro en Misión Caleb 2024

Este año, Gabriela y Joel, ahora jóvenes, viajaron a Lima para ser parte de Misión Caleb 2024. Realizaron trabajos solidarios, de testimonio y evangelización en la Iglesia Adventista "Huascarán" en el distrito de Chaclacayo. Inspirados por aquellos jóvenes de hace 13 años, recordaron con emoción la influencia que estos misioneros tuvieron en sus vidas.

Gabriela, junto a Ivanna, realiza acción misionera entregando gratuitamente libros de esperanza a los vecinos de Chaclacayo. (Foto: Kevin Bances)

Sorprendentemente, al llegar a la iglesia, se reencontraron con Kevin y Claudia, ahora esposos y padres de una pequeña llamada Ivanna. Los jóvenes rápidamente se comunicaron con sus familias para confirmar que estos eran, efectivamente, los mismos misioneros que los habían inspirado años atrás.

Juntos, el Equipo Caleb de Trujillo y la Iglesia Adventista "Huascarán" iniciaron nueve días de servicio a la comunidad, incluyendo actividades como carteles de esperanza y oración en las avenidas principales y evangelización en las noches. Como resultado de este intenso trabajo misionero, dos personas decidieron ser bautizadas.

Joel, el joven con lentes, ahora realiza el mismo trabajo que hicieron con él con la pequeña Ivanna, hija de Kevin y Claudia, durante Misión Caleb 3.0. (Foto: Kevin Bances)

Encuentro de Nuevos Discípulos: Creciendo en Cristo

Ahora, Claudia y Kevin, junto con la iglesia, preparan a estos nuevos conversos para participar en el "Encuentro de Nuevos Discípulos: Creciendo en Cristo", un evento especial que se llevará a cabo el sábado 10 de agosto en cada región o distrito misionero. Este encuentro está diseñado para que los nuevos bautizados permanezcan en la iglesia y lleguen a ser verdaderos discípulos de Cristo. No basta con el bautismo; es fundamental discipular y acompañar a estos nuevos miembros en su crecimiento espiritual.

Él es Anthony, uno de los dos candidatos al bautismo, quien fue bautizado en el Estadio Nacional de Lima frente a más de 30,000 personas durante el cierre de Misión Caleb. (Foto: Comunicaciones UPN)

Con estos nuevos discípulos, que forman parte de los 6,124 bautizados en este proyecto, Misión Caleb no solo dejó una semilla de fe en cada niño y joven que participó, sino que también fortaleció la comunidad adventista de Florencia de Mora. Este proyecto sigue siendo un testimonio vivo de cómo una misión puede transformar vidas y mantener viva la llama del servicio y la fe, incluso muchos años después.

Hoy, 13 años después, aquellos niños, ahora adultos, continúan activos en su iglesia, llevando adelante el legado de Misión Caleb y sirviendo como un recordatorio inspirador de que las acciones y el compromiso de ayer pueden sembrar un impacto eterno en el mañana.