La Iglesia Adventista en el sur de Chile con el objetivo de extender el evangelio por el territorio austral ha dado lugar a la edificación de un nuevo templo para la adoración del Señor en San Juan de la Costa.

Una iglesia con una larga historia de fidelidad y pasión por compartir el evangelio en el verde campo de la Provincia de Osorno en la Región de los Lagos.

Historia en Liucura

En el año 1957, Florencio Rail se trasladó al sector de Pucomo por motivos de trabajo. Allí conoció a los hermanos Ignacio Cárdenas y Juan Cárdenas, miembros de la Iglesia Adventista, quienes compartieron con él el evangelio, un mensaje que conmovió a Florencio, quien posteriormente decidió entregar su vida al Señor.

Pasando el tiempo Florencio invitó a los hermanos de Pucomo a realizar reuniones en la casa de su madre, Rosa Traro, en la localidad de Liucura. Estos encuentros consistían en estudios bíblicos, momentos de oración y alabanza.

Entre las personas que asistían a estas reuniones se encontraban Dalmiro Rail, primo de Florencio, y su esposa Adelaida Naguil, quienes, dos años más tarde, tomarían la decisión de seguir a Cristo y convertirse en los primeros adventistas de Liucura.

Durante un tiempo, el hogar de Rosa Traro se convirtió en la sede de este grupo pequeño. Varias personas tuvieron la oportunidad de conocer a Dios y a la Iglesia Adventista gracias a este grupo.

A lo largo de los años, varios hermanos y hermanas han tomado el testimonio y han continuado trabajando incansablemente para el Señor como directores de este maravilloso grupo.

Han sido ellos quienes han asegurado que este continúe llevando el evangelio a cada familia del sector. Algunos de ellos son Arturo Naguil, Eliseo Rail, Florentino González, Sergio Naguil, Osvaldo Catrilef, Remigio Catrilef, Humberto Rail, Sara Cárdenas, Alexis Naguil, y Rupertina Yefi.

Agradecimientos

La Iglesia Liucura valora y agradece a los tesoreros de la Iglesia que han velado por el buen uso de los recursos destinados a la construcción del templo: Andrés Loncomilla, Regina Cumilef y Claudia Lepún, así como a las iglesias que han aportado recursos para hacer realidad este sueño. Cada aporte ha sido utilizado de acuerdo a su propósito en la construcción del templo.

También agradecen en forma sentida a cada hermano, hermana y familia de la iglesia local que ha colaborado y aportado durante todos estos años en la construcción del templo que hace su apertura, siendo sus puertas abiertas gracias a Dios mediante los miembros que con fe han puesto su trabajo, recursos y esfuerzo en la construcción.

Este templo ha sido construido para recibir a muchas personas que esperan ser añadidas a la iglesia por el Señor y así ser salvadas.

Llevando el evangelio

“Nuestro trabajo ahora es salir y trabajar arduamente para traer almas a los pies de Cristo, llenando cada banca con nuevos hermanos y hermanas que Dios tiene preparados en diferentes lugares del sector”. Concluye la iglesia local a través de su reseña.

La Iglesia Adventista de Liucura continuará avanzando en el compromiso evangelizar y formar nuevos hermanos fieles a Cristo en el sur del país.