Día del Voluntariado: La valiosa labor solidaria que tiene lugar en el territorio austral de Chile
La invitación es a ser parte de estas iniciativas que brindan esperanza.
El voluntariado hospitalario en el territorio austral de Chile es una labor solidaria y valiosa que realiza la Iglesia Adventista a través del Ministerio de la Mujer. Desde Angol hasta Puerto Montt, se brinda servicio a la comunidad, atendiendo las necesidades de las personas en diversos espacios, como atención médica, cuidado domiciliario, hogares de ancianos, entre otras.
Trabajo en el sur
El voluntariado también se extiende a los hospitales, con presencia en Osorno, Puerto Montt, Angol, y Villarrica. Y con proyección en conformar un sólido grupo de voluntarios para el año 2024 en localidades como Gorbea, Chol Chol y Carahue.
Es importante destacar que este voluntariado está abierto a cualquier persona que desee participar, tanto hombres como mujeres, siempre y cuando tengan el espíritu de servicio guiado por el Señor.
Hermanos y hermanas no solo trabajan entre adventistas, también conviven con otros voluntarios de diferentes creencias, compartiendo un espíritu de servicio y amor a Cristo.
El testimonio que brinda la iglesia es muy importante, tanto para los pacientes y sus familias como para otros equipos de voluntarios presentes en los hospitales.
Llevando esperanza
Estos equipos de esta manera conforman una luz que brilla a través del comportamiento, las relaciones y la forma en que traen el evangelio. A través del servicio se lleva el mensaje a otros.
El día 5 de diciembre se celebró el Día del Voluntario Internacional, una ocasión especial en la que destacamos la importancia del acompañamiento espiritual en los recintos hospitalarios.
En Chile, existe una ley (Ley 20.584 sobre Derechos de los Pacientes) que ampara el derecho de los pacientes a recibir este acompañamiento espiritual. Esto ha permitido a la Iglesia Adventista abrir puertas en distintos hospitales y entidades de servicio en la comunidad, y al mismo tiempo una ocasión para extender una palabra de alivio y un mensaje de esperanza.
Cada iglesia cuenta con el Departamento de Ministerio de la Mujer, y una de las ramas de este departamento es el voluntariado adventista. En cada iglesia, podemos formar equipos de atención domiciliaria para personas postradas, adultos mayores y más.
Lo primero que debemos hacer es formar un equipo y luego capacitarnos para brindar esta atención. La capacitación se realiza a través del departamento del Ministerio de la Mujer, en colaboración con equipos multidisciplinarios y los propios hospitales.
Es necesario motivar e invitar a hermanos, hermanas y adolescentes a que se unan al voluntariado y busquen la forma de ser parte de esta gran labor, ya que hay muchas personas que necesitan de este servicio.
“El voluntariado se extiende a todo el que quiera participar, varones y damas que tengan el espíritu del servicio en su mente guiado por el Señor para poder atender tanta necesidad”. Añade la directora del Ministerio de la Mujer en el sur de Chile, Claudia Silva.
La invitación es a ser parte de estas iniciativas que brindan esperanza y acompañamiento a quienes más lo necesitan, acercándose al pastor local y consultando sobre el voluntariado.