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Biblia

“Prefiero morir que vivir”

Cuando la vida depende de una decisión Fueron años de oración, de lágrimas, de pruebas, desalientos y fortalezas. Parecía que Dios no atendía mis oraciones. Todo el esfuerzo que hacía era en “vano”, mi esperanza se estaba apagando lentamente, como un...


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Cuando la vida depende de una decisión

Fueron años de oración, de lágrimas, de pruebas, desalientos y fortalezas. Parecía que Dios no atendía mis oraciones. Todo el esfuerzo que hacía era en “vano”, mi esperanza se estaba apagando lentamente, como una luz tenue que va camino a la oscuridad. Mis fuerzas se habían desvanecido de tanto llorar. La última lágrima que decidí que corra por mis mejillas estaba llegando a mis labios, cuando, de repente me paré de un salto de mi cama en una noche lóbrega, “solos”, Dios y yo. Mis pensamientos me abrumaban y pensé que mis problemas no tendrían solución ¿Hasta cuándo? Me preguntaba. Quería abandonar todo y viajar lejos de allí. Segundos después una voz repercutió en mi mente una y otra vez ¿Qué estaba sucediendo? La voz me decía lee Apocalipsis 3:7 al 13 ¿Sería esa la respuesta de Dios? Fui a encender la luz de mi habitación aún con desesperanza y soledad. Esperaba hallar la respuesta a mis súplicas. De lo contrario mi vida no tendría sentido y le pediría a Dios que mejor sería descansar y resucitar para verlo cara a cara y preguntarle el porqué de mis temores.

En mi desesperación tomé la Biblia y aquella lágrima mojó una de sus hojas, expandiéndose la humedad rápidamente. Traté de secar esa parte del papel sacándole el agua con mi índice, y prontamente señalando con mi dedo fui leyendo cada línea de esperanza. Los versículos decían lo siguiente:

A la iglesia de Filadelfia

Escribe al ángel de la iglesia de Filadelfia:

“Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y nadie puede abrir: 8 Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre. 9 Voy a hacer que los de la sinagoga de Satanás, que dicen ser judíos pero que en realidad mienten, vayan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo te he amado. 10 Ya que has guardado mi mandato de ser constante, yo por mi parte te guardaré de la hora de *tentación, que vendrá sobre el mundo entero para poner a prueba a los que viven en la tierra.

11 Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. 12 Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios, y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él grabaré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; y también grabaré sobre él mi nombre nuevo. 13 El que tenga oídos, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”.
Sí, aquí estaba, esta era la respuesta oportuna que necesitaba. Dios me abriría las puertas de nuevas oportunidades, porque en su justicia había visto mi llanto, mi dolor y escuchó mi clamor. ¡Qué maravilla! Mi Dios si existe y me lo demostró otra vez.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que hay tres veces más de suicidios en los hombres que en las mujeres, pero hay tres veces más de intentos de suicidio en las féminas, reseña. ¿Qué está pasando en el mundo? ¿Por qué hay personas que gozan la vida a plenitud y otras que preferirían ser solo un recuerdo través de los años? Tal vez tenga algún familiar que ha intentado quistarse la vida o ¿es que esa temible idea pasó o está pasando por su mente?, sí, por usted.

¡Alto! Sé que el transitar de la vida no es fácil. Puede ser que crea que porque Dios me dio una respuesta a mis plegarias, estoy bien y no tengo de que preocuparme. La Biblia dice que mientras vivamos en el mundo pasaremos aflicción. Bueno, quizá nunca reciba la respuesta que espera, pero, antes de hacer lo que intenta hacer piense en que está frente a mí, me está mirando a los ojos, muy bien, entonces le diré en mi inexperiencia lo que debe hacer, simple, quédese sobre sus rodillas y derrame su última lágrima y clame por paz a Dios. ¡No!, no todo está perdido. Ahora, tome su Biblia y busque el libro de Juan 16:33 y medite en la Palabra de Dios, que dice lo siguiente: “Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo”.

¿Hay cosa más terrible que le escupan en el rostro, que se burlen de usted, que lo azoten, que pase todas las barbaridades que pasó, Cristo, antes de morir? ¡Ánimo! son más las personas que quieren hacerle bien, que lo aman, que las que lo quieren destruir. Perder la vida por una sola persona que no ha hecho más que lastimarlo (a), definitivamente no vale la pena. Levántese, séquese esas lágrimas, respire hondo y siga con la cabeza en alto hacia la meta, que su felicidad está a solo un paso de su decisión, confíe completamente su vida a Cristo y a pesar de las dificultades sea feliz.

Ahora no será más solo usted el que ore por su situación, lo haré yo también. Deje su comentario en la parte de abajo o su pedido de oración. ¡Sí, todavía existe Esperanza!

Carolyn Azo

Carolyn Azo

Desafíos espirituales

Reflexione sobre las vicisitudes de la vida en su caminar diario con Dios y sepa que aún existe esperanza.

Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Peruana Unión, trabajó en el canal internacional 3ABN, en Estados Unidos, y en varias instituciones adventistas y en la sede Sudamericana de la Iglesia Adventista. @karolineramosa