Este año, la Iglesia Adventista en Paraguay ha unido fuerzas para llevar la palabra de Dios a Santa Rosa del Aguaray, una ciudad en el norte de Paraguay, donde no existe un templo adventista.

Para alcanzar ese objetivo se ha trabajado con instructores bíblicos en la zona y se ha colocado un equipo de voluntarios adventistas de "Un año en Misión" (OYIM). Además, en estas vacaciones de invierno, los participantes de Misión Caleb se sumaron a este desafío para predicar sobre un amor que puede transformar vidas y comunidades enteras.

La unión hace la fuerza

Este fue un trabajo conjunto entre el equipo de voluntarios del distrito misionero de Pedro Juan Caballero y 17 jóvenes participantes de Caleb Internacional, que llegaron desde São Luís, Maranhão, en Brasil, luego de viajar 3.397 km para llegar hasta Paraguay.

"Estamos muy felices de poder venir de tan lejos y hablar del amor de Dios para otras personas", expresó Willian Stephânio dos Santosasi, pastor que cuida del equipo. "Jesús alcanzó el corazón de cada uno de nosotros y de la misma manera queremos que otras personas puedan conocer de Él", puntualizó.

En total, fueron 117 voluntarios de Misión Caleb que se dividieron en 6 puntos de predicación. Durante tres semanas se realizaron actividades para testificar sobre el amor de Dios y dejar una huella en la zona.

Metas alcanzadas

Alcanzaron a más de 1000 personas de la comunidad, por medio de acciones solidarias, espacios recreativos, donaciones de ropa, visitación a los estudiantes de la Biblia y evangelismo público. Cada noche veían el trabajo del Espíritu Santo, como fue el caso de la zona de San Isidro.

"Uno de los puntos de evangelismo tenía espacio máximo para 120 personas. Hemos visto con el pasar de los días, cómo el Espíritu Santo ha estado trabajando. Ahora mismo, ya no hay más lugar. Cada noche se reúnen más de 200 personas. Nuestro corazón se llena de gratitud al ver los milagros de nuestro Padre Celestial", declaró Patricia Barreto, coordinadora nacional del Ministerio Joven.

Una juventud que se entrega en las manos de Dios puede superar los mayores desafíos, menciona el pastor Heberson Licar, director del Ministerio Joven de la Unión Paraguaya, sede administrativa de la Iglesia Adventista en el país. Quien además añade, "Soñábamos con tener un iglesia en esta zona. Terminamos el proyecto Misión Caleb de Santa Rosa del Aguaray con 203 personas que decidieron ser bautizadas, 3 congregaciones conformadas y un club de conquistadores. Incluso una de las personas que se ha bautizado ha donado un terreno para la construcción del templo. Sin duda los planes de Dios son maravillosos y mucho mejor que los nuestros".

"Agradecemos a Dios por estas conquistas, a los pastores que trabajaron a tiempo y fuera de tiempo, poniendo todas sus fuerzas en la predicación del evangelio. También agradecemos a nuestros jóvenes que en vez de estar descansando en sus vacaciones, decidieron salir de su zona de confort y hacer cosas muy locas por Cristo", finalizó el pastor Licar.

Vea más fotos de la campaña, a continuación:

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