¡Un día de regocijo y espiritualidad se vivió en el Colegio Adventista de Hualpén! Con gran emoción y devoción, la comunidad educativa del CADHU (Colegio Adventista de Hualpén) vivió un mega bautismo, donde 26 niños, con edades comprendidas entre los 10 y los 14 años, fueron bautizados en las sagradas aguas.

Estos jóvenes, pertenecientes a los cursos de tercero a séptimo básico, han dado un paso significativo en su camino de fe y compromiso con sus creencias religiosas. El evento representa un hermoso testimonio del trabajo planificado y minucioso del equipo directivo del colegio, quienes, con dedicación y amor, prepararon cada detalle para esta ocasión tan especial.

El día miércoles 26, en un entorno lleno de emoción y alegría, los jóvenes expresaron su deseo de seguir los pasos de Cristo a través del bautismo. Acompañados por sus familias, amigos y la comunidad educativa, el acto simbólico de sumergirse en las aguas representó el inicio de una nueva etapa en sus vidas, marcada por la fe, el amor y el compromiso con sus creencias.

Trabajo previo

Los bautismos no fueron fruto del azar, sino el resultado de una labor ardua y constante por parte del colegio. Durante todo el año, los estudiantes participaron en clases bíblicas y reflexiones espirituales, donde tuvieron la oportunidad de profundizar en su comprensión de la fe y de los principios adventistas.

Pero el compromiso del equipo docente no se detuvo ahí; por el contrario, realizaron visitas periódicas a los estudiantes, fomentando un vínculo cercano con ellos y brindando apoyo en su desarrollo espiritual. Estas acciones no solo fortalecieron los lazos entre profesores y alumnos, sino que también permitieron conocer de cerca las inquietudes y necesidades individuales de cada niño.

"Como Colegio Adventista de Hualpén, nos enorgullecemos sanamente de haber sido parte de esta experiencia trascendental en la vida de estos jóvenes" - indicó Carlos Vera, director del establecimiento. La educación basada en valores, principios éticos y espirituales ha dado sus frutos, y cada bautismo es una evidencia palpable del impacto positivo que puede tener una educación integral y centrada en el bienestar de los estudiantes.

Esta jornada de bautismos no solo es un hito en la historia del colegio, sino también una muestra inspiradora de cómo el trabajo en equipo y la dedicación pueden transformar vidas y sembrar en los corazones de los niños semillas de esperanza, amor y fe para un futuro prometedor.

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