Con una profunda gratitud hacia Dios y un sentido de gozo y regocijo, hoy marcamos un hito más en la historia de la Misión del Perú Sur (MPS), ya que nos complace anunciar la inauguración del templo número 14 en nuestra amada misión en Arequipa. En un acto cargado de espiritualidad y devoción, hemos consagrado este lugar sagrado como un centro de adoración y comunión en el distrito de Mariano Melgar.

Esta inauguración no solo simboliza la culminación de una obra física, sino que también marca un nuevo capítulo en nuestra misión como iglesia. Seguimos avanzando con determinación y dedicación en el embellecimiento y la remodelación corporativa de todas nuestras iglesias a lo largo y ancho de la Unión Peruana del Sur. Conscientes de que nuestro entorno físico puede ser un reflejo tangible de nuestra fe y un espacio que inspire el crecimiento espiritual, hemos llevado a cabo renovaciones en nuestras fachadas y mejoras en nuestras instalaciones con el objetivo de brindar un ambiente propicio para el encuentro con Dios y la conexión con nuestra comunidad de creyentes.

El templo número 14 es solo una muestra más del compromiso que hemos asumido como iglesia para servir a nuestro prójimo y difundir el mensaje de amor y esperanza en el Perú y más allá. En este nuevo santuario, deseamos ser un faro de luz y un refugio espiritual para todos aquellos que buscan consuelo, guía y paz en medio de las dificultades de la vida. Es aquí donde los corazones se elevan en oración, las almas encuentran consuelo y las vidas se transforman por la gracia divina.

En la MPS, estamos convencidos de que el progreso espiritual no se logra de forma aislada, sino a través de la unidad y la conexión entre todos los miembros de nuestra congregación. Nuestro propósito es caminar juntos en este viaje de fe, apoyándonos mutuamente en los momentos de alegría y también en los desafíos que encontramos en el camino. A través de la colaboración y el compromiso colectivo, podemos alcanzar metas más grandes y experimentar un crecimiento espiritual más profundo.

Este logro representa el fruto de nuestro trabajo arduo y nuestra dedicación en la mejora de nuestras iglesias en toda la Unión Peruana del Sur. Unidos en nuestra misión y conectados en nuestra fe, avanzamos con esperanza y determinación hacia un futuro lleno de bendiciones y oportunidades para el crecimiento espiritual y el servicio a nuestra comunidad.