Bajo el lema "Un viaje maravilloso", se ha desarrollado en el mes de mayo la Voz del Menor en la Iglesia Adventista, un evento donde los niños han encabezado las alabanzas durante una semana. 

Participando de esta manera en diversas áreas, como la predicación, la conducción del programa, las alabanzas y la recepción, entre otras en sus respectivas iglesias. 

La Voz del Menor en el sur

Este evento ha hecho relucir el amor, dedicación, entusiasmo y compromiso que los líderes y maestros tienen hacia las nuevas generaciones, quienes dirigieron a cada niño en estas preciosas jornadas. 

Y es que la importancia de este evento radica en la conciencia de la importancia de cultivar y fortalecer la fe de los niños desde temprana edad.  

Con enorme gratitud a Dios, la iglesia reconoce el papel fundamental que desempeñan estos líderes y maestros en la formación espiritual de los más jóvenes, orientando a los más pequeños en los caminos de Cristo. 

Los temas predicados durante esta semana tuvieron como objetivo conducir a los niños en un Viaje Maravilloso hacia el cielo, revisando diversos medios de transporte. 

Tematicas

Correspondiendo a cada transporte un tema, de esta manera: 

Día 1: Bus Pedestre / El amor de Dios por nosotros 

Día 2: Submarino / Arrepentimiento y Confesión 

Día 3: Velero / El secreto del crecimiento 

Día 4: Crucero / El trabajo y la vida 

Día 5: Limusina / Cómo conocer a Cristo 

Día 6: Globo Aerostático / El privilegio de orar 

Día 7: Tanque / La fuente de regocijo y felicidad 

La alegría y el entusiasmo que demuestran al participar activamente en los servicios religiosos, al cantar alabanzas y al compartir mensajes de esperanza, son un testimonio vivo de su amor por Dios y su deseo de crecer espiritualmente. 

“Es realmente maravilloso observar a los niños felices y entusiasmados mientras sirven al Señor”. Añade la directora del Ministerio infantil, hermana Danitza Villaroel. 

El valor del trabajo del menor

La Iglesia Adventista valora y reconoce la importancia de brindar espacios a los niños para desarrollar sus dones y talentos. Y por supuesto la Iglesia Adventista en el sur de Chile no es indiferente con este aspecto. 

Trabajar junto a los niños en este tipo de programas permite que los más pequeños se involucren activamente en la vida de la iglesia, sintiéndose considerados, y fomentando su crecimiento espiritual.  

Iniciativas como estas reafirman el compromiso de la iglesia de cultivar la fe y el liderazgo de las nuevas generaciones.  

La dedicación y el entusiasmo de los líderes y maestros, junto con la alegría y el amor de los niños por servir al Señor, hacen de esta instancia un evento bello que nos permite apreciar a la lejanía grandes referentes de la iglesia en el sur de Chile.