“¡Yo quiero, no puedo más”!... Así exclamó Christopher, uno de los jóvenes internos de un centro de rehabilitación, que decidió responder ante el llamado para entregar su vida a Cristo Jesús. El mundo de las drogas, le arrebató la esperanza, pero durante la campaña “Jesús Venció”, Dios se encargó de darle un nuevo comienzo.

526 bautismos fue el fruto del poder de Dios, el trabajo misionero y la movilización evangelística de las iglesias en el sur de Ecuador, (Misión Ecuatoriana del Sur – M.E.S), del 01 al 08 de abril en el marco de la campaña “Jesús Venció” por Semana Santa.

Cada tarde, y noche, decenas de personas decidían entregar su vida a Cristo. Además de las iglesias, canchas deportivas, coliseos, centros de rehabilitación, jardines al aire libre y hogares, se convirtieron en centros de predicación para la comunidad durante toda la semana.

El presidente de la Misión Ecuatoriana del Sur, Pr. Elid Moreira, dirigió una semana entera de oración en un centro de rehabilitación en Bloque 10 de Bastión Popular, ubicado en el norte de la ciudad de Guayaquil, lugar donde 8 jóvenes decidieron bautizarse, ante el llamado de una segunda oportunidad en Cristo Jesús.

“Fueron días de victoria. Pudimos ver la lucha interna que sufren los jóvenes que atraviesan problemas de adicciones, pero ante el llamado de la segunda oportunidad y una nueva vida en Cristo, el Espíritu Santo fue trabajando en sus corazones y logrando la conversión de 8 almas para el reino de los cielos”. Dijo el presidente.

“300 personas cada noche, y más de 100 de ellos fueron invitados especiales. En esta campaña Jesús ganó el corazón de nuevos discípulos y alrededor de 60 personas empezaron a estudiar la Biblia y prepararse para el bautismo. Bendito sea nuestro buen Dios y la obra que realizó en el distrito Unión de Clementina, y muchos lugares más”. Añadió el líder de evangelismo de la Misión Ecuatoriana del Sur, Pr. Alberto Amador.

Cada día, los hermanos se extendieron en jornadas misioneras de visitaciones. Atendían, daban estudios bíblicos, socializaban, e invitaban a sus amigos a la semana de oración. El poder de Dios obro de aquellos que recibían el mensaje de salvación. Departamentales, y obreros de nuestro campo, sirvieron en zonas estratégicas, llevando esperanza y proclamando que “Jesús Venció”.