El congreso de Jóvenes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en el norte del Perú “It´s Coming” fue el marco perfecto para que más de 30 jóvenes decidieran entregar sus vidas a Cristo y más de 100 jóvenes aceptarán el llamado de servir a la iglesia durante un año en el proyecto OYiM. Cada historia detrás de ellos motivó a cada participante a ser un misionero.

César sirve a la patria y ahora también sirve a Dios, levantando la bandera del Ministerio Joven

Una de las historias nos lleva a conocer a César Urbina, marino y músico de profesión. Conoció la iglesia gracias a un familiar y luego de algunos años decidió bautizarse, pero su familia se negó, ya que era menor de edad. Pasó el tiempo y él tomó sus propias decisiones lejos de Dios.

Este año un amigo lo invitó a la iglesia para apoyar en un proyecto de música, luego de unas semanas, un sábado el pastor del distrito mientras realizaba su llamado, sintió en su corazón tomar la decisión de seguir a Jesús y renunciar a todo lo que lo alejaba de él. En ese momento se levantó de las bancas de la iglesia y aceptó ser bautizado. La ceremonia fue realizada en el Congreso de Jóvenes “It´s Coming”. “Me siento muy emocionado, una decisión muy importante en vida, por fin logré este deseo desde hace años y hoy es una realidad” acotó César.

“Conectar para evangelizar”, Talia tuvo que aprender Shawi para predicar en las comunidades indígenas del Perú

El testimonio de Talia Rojas inspiró para que más de 100 participantes del Congreso de Jóvenes decidieran dedicar su tiempo en la misión. Su testimonio y experiencia como voluntaria del proyecto OYiM, ayudó a entender la urgencia de jóvenes que prediquen en lugares sin presencia adventista.

Talía inició su servicio voluntario adaptándose a una cultura diferente y especialmente aprendiendo a comunicarse en el idioma Shawi que usan los pobladores de Panán (Lugar nativo en el Nor Oriente del Perú). Realizaron semanas evangelísticas, lograron plantar una iglesia y formar un nuevo club de conquistadores llamado “Jaime White” integrado por 20 adolescentes.

En la actualidad es una iglesia con más de 100 miembros y al finalizar su servicio más de 200 personas entregaron su vida al Señor. Ella dice: “Me siento motivada, conocí culturas, compartí la Palabra de Dios, vi como Dios me usó y puede usar a otros jóvenes como yo”.

Juventud adventista se prepara para la misión dedicando un año de sus vidas

Finalizando y como clausura del Congreso de Jóvenes realizado en las instalaciones de la Universidad Peruana Unión, miles de participantes aceptaron el desafío de ir y predicar en lugares donde se necesite proclamar la Palabra de Dios.

Este congreso fue el primer reencuentro de los jóvenes adventistas una vez superadas las cuarentenas por la pandemia del COVID-19 en el Perú y está enmarcada por una Nueva Generación, que toma las riendas del Ministerio Joven y prosigue a la meta de Salvar del pecado y guiar en el servicio, porque Cristo viene pronto. ¡Maranatha!