Una aventura convertida en misión, así es como catalogan a esta semana de servicio los jóvenes CALEB, quienes propusieron en su corazón predicar el evangelio en lugares recónditos de la Amazonía ecuatoriana desde el 23 al 31 de julio, con la finalidad de plantar un templo en este punto del sur del país.

El cantón Taisha perteneciente a la provincia de Morona Santiago, ha sido el lugar establecido para plantar la semilla del evangelio desde el 2019. El trabajo que se ha venido desarrollando en las comunas, ha sido constante, y en cada proyecto de “Misión Caleb”, se ha establecido estrategias como el servicio comunitario, escuela cristiana de vacaciones y clases bíblicas para llegar a los comuneros.

En esta ocasión, la comuna de Samikin fue quien dio apertura para la construcción de una nueva iglesia. Con este, es el tercer templo edificado en el cantón. El primero se encuentra ubicado en el Taisha, mientras que el segundo fue construido en la emisión Caleb 2019. La muestra evidente del compromiso de estos jóvenes que año a año se involucran en esta jornada de misión y servicio.

“Misión Caleb nos ha enseñado a que es posible dejar un vestigio en la vida de las personas, comunidades y cantones, como dice el slogan de este proyecto del Ministerio Joven. Una huella positiva y no negativa, sirviendo y no siendo indiferentes. Al servir a otros Dios también imprime su huella en nosotros haciéndonos una edición nueva y corregida por el Autor de la vida. Misión Caleb es una bendición para el que sirve y para el que es atendido”. Expresó Edmundo Ortega, líder de jóvenes del Sur del Ecuador.

Para la gloria de Dios, 20 personas entregaron sus vidas en las aguas bautismales. Mismos que participaron en la semana de obras misioneras y actividades de servicios comunitarios. Niños, niñas, adultos y jóvenes, todos involucrados, incluyendo a las autoridades el cantón como, Edwin Tivi Teniente Político de Macuma, la vicealcaldesa Rita Ankuash, y Joffre Buenaño Naula Jefe Político, y director de la iglesia de Taisha. 

“Volvería a repetir esta experiencia mil veces más. No conocía de mis dones hasta que experimenté el servicio en esta misión Caleb. Ha sido en este proyecto donde escuché la voz de Dios indicándome el camino que debo seguir”. Manifestó Miguel Rosano, participante.  

Misión Caleb, es un proyecto anual que desafía a los jóvenes a compartir el amor de Cristo mediante acciones sociales y misioneras en diferentes partes del país. Estos, acuden a lugares con necesidades puntuales, y principalmente donde esta carente el amor de Cristo y palpan la gran labor que hay que realizar en favor del prójimo.

Marco, un líder de la comunidad de Samikin mencionó que la llegada de los Calebs siempre genera expectativa, pero más aún alegría ya que conoce el servicio que brindan y su empatía con la comunidad.