Un 38,2 % de ancianos en el Perú viven completamente solos, es decir, abandonados por sus familias. Una realidad desconcertante. Como el caso de Maria del Rosario a quien, con 65 años de edad y una enfermedad hereditaria, su familia decidió tomar la fatal decisión de olvidarla.

Sin embargo, mientras Maria andaba por las calles de la ciudad de Jaén en Perú, desorientada y sola, se le acercó una mujer, Edith, y le brindó ayuda. También la adoptó para cuidarla, llevarla al hospital, comprarle sus medicamentos, darle abrigo y comida en su hogar.

Edith asistía algún tiempo en la Iglesia Adventista, donde estudiaba la Biblia. Es así, que en la semana Caleb las dos participaron para escuchar los mensajes esperanzadores. Entonces, Maria respondió al llamado y aceptó ser bautizada.

Sin embargo, Edith estaba aplazando desde hace un tiempo su bautismo. Noches después del bautismo de Maria, a quien adoptó llamándola "mamá". Soñó con su bautismo en el río, así como su madre biológica que falleció hace unos años.

Y así fue, el sábado 30 de julio con himnos y un sol radiante fue bautizada. Cabe resaltar, que está misión de solidaridad y de amor la realiza desde hace un tiempo con muchas personas. Testificando y brindando esperanza a los olvidados.

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