Clamó en el dolor y Dios lo salvó
Tras un trágico accidente automovilístico, un joven no desistió en recomenzar.
Finalizó en todo el territorio del norte peruano la edición local Misión Caleb. Donde la hermandad participó de un semana de evangelismo, previas al evento principal que se desarrollará del 24 al 30 de julio en la ciudad de Piura.
En Cajamarca se bautizaron 353 personas en esta edición local. Dentro del gran grupo que decidieron por Cristo, se encuentra Gilmer Carrasco, un joven de 24 años. Desde hace un tiempo empezó asistir a la Iglesia Adventista de su localidad. Sin embargo, rechazó estudiar la Biblia y conocer del amor de Jesús.
Al paso de los meses, Gilmer viajaba de Bambamarca a la ciudad de Cajamarca. En ese viaje por la carretera sufrió aparatoso accidente, donde uno de los pasajeros lamentablemente falleció. En su desesperación clamó por ayuda. Entonces, vio a los lejos a una persona que se acercaba y lo sacó del auto, en ese momento alzó la mirada para agradecerle, pero solo estaban los pasajeros heridos.
Desde ese momento, él tuvo la convicción en su corazón que fue Dios quien lo salvó. Gilmer, postrado en su cama decidió conocer más de Jesús y abrirle su corazón. Además, prestó su casa para adorar a Dios, ya que la iglesia en la que asistía estaba en construcción.
También se desarrolló la edición local Misión Caleb en su hogar, siendo un centro evangelístico donde otros conocieron los mensajes de la Biblia. Es así, que Gilmer decide ser bautizado. También en ser un misionero y predicar la segunda venida a sus familiares y amigos.