Cómo tratar con ideologías políticas ante la cosmovisión bíblica
El especialista en estudios gubernamentales analiza la cuestión a partir de la perspectiva encontrada en las Escrituras.
Las posiciones políticas llegan a ser motivo de discusiones en todo el mundo. En las redes sociales, los debates se muestran todavía más profundos, y muchas veces hasta tienden al intercambio de insultos en un ambiente más agresivo. Una reflexión necesaria, en el ámbito cristiano, es la relación entre el pensamiento de las ideologías políticas y la cosmovisión bíblica.
Para tratar del asunto, la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con David Koyzis. Tiene un doctorado en estudios gubernamentales e internacionales por la Universidad Notre Dame. Además, es autor de las obras Political Visions (2019), We Answer to Another: Authority, office, and the image of God (2014) y de varios artículos. Actualmente escribe para First Things, Christian Courier, Kuyperian Commentary y Cateclesia Forum. Enseñó ciencia política en la Redeemer University College por 30 años.
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David mantiene una relación creciente con la comunidad cristiana en Brasil, a la que visitó en 2016 y donde fue publicada la segunda edición brasileña de Visões e Ilusões Políticas [Visiones e Ilusiones políticas] (2021) por Ediciones Vida Nova, en Sao Paulo. Él ministró muchas charlas remotas para audiencias en Brasil en los últimos años sobre asuntos relacionados a sus dos libros. Actualmente se esta realizando una traducción a español de Visões e Ilusões Políticas.
Nacido cerca de Chicago, en los Estados Unidos, de padres cipriotas griegos y estadounidenses, David Koyzis ahora vive con su familia en Hamilton, Ontario, Canadá.
En su libro Political Visions & Contemporary Ideologies [Visiones e Ilusiones Políticas: Una investigación y crítica cristiana de las ideologías contemporáneas], usted habla sobre ideologías políticas y muestra franqueza en esos sistemas, especialmente en comparación con la cosmovisión bíblica. ¿Qué destaca usted, para quien no leyó su libro, como las principales deficiencias de ideologías que son muy defendidas hoy, incluso por los cristianos?
Bien, la falla principal es que las ideologías arruinan por su exceso. Eso se encaja con una tendencia humana general de estimar a la criatura más que al Creador. El liberalismo valora adecuadamente los derechos y libertades del individuo, pero hace de la voluntad individual el origen de todos los otros fenómenos sociales, incluyendo las instituciones básicas necesarias para que una sociedad permanezca saludable y florezca. Intenta hacer de cada comunidad una mera asociación voluntaria, borrando las distinciones entre esas comunidades.
Varias formas de colectivismo, del socialismo al nacionalismo y a la democracia, valoran de manera adecuada la comunidad, pero, al hacerlo, tienden a descuidar los intereses legítimos de los individuos y de otras comunidades. Por ejemplo, el socialismo finge que solo una forma de comunidad puede monopolizar la propiedad, y esta generalmente acaba siendo el Estado. Pero una sociedad dominada por solo una comunidad será una sociedad artificialmente restricta, donde todos siguen órdenes en vez de iniciar una variedad de actividades.
De hecho, los seguidores de las ideologías crean un dios a partir de algo creado, dejando de adorar al Dios verdadero y de expresar gratitud por los bienes creados que él nos dio. Pero, más que eso, las ideologías cuentan una historia de redención, de cómo nosotros, los seres humanos, nos vamos a salvar de algún mal que notamos, ya sea un dominio extranjero, la desigualdad de clase, el gobierno o la opresión por una autoridad externa de algún tipo. Raramente los seguidores de las ideologías examinan su propio corazón para ver si ellos mismos pueden asumir la responsabilidad por los males del mundo. Esta es una de las razones principales por las cuales las ideologías llevan al conflicto.
¿Qué cree usted que motivó el fenómeno más reciente de fuertes discusiones polarizadas, especialmente en el ambiente de las redes sociales digitales, sobre aspectos partidarios y políticos?
Creo que la polarización surge en parte porque hacemos juicios prudenciales diferentes sobre qué grupo político o partido se acerca más a la búsqueda de la justicia pública. Pero creo que hay más. Aun cuando afirmamos pertenecer a Cristo, inevitablemente nos dejamos cautivar por las historias que esas ideologías nos cuentan. Nuestros corazones quedan divididos cuando deberían estar unidos en lealtad al reino de Dios. La única manera eficaz de romper esa polarización es mirar hacia dentro de nuestros propios corazones y determinar si nuestra lealtad al reino de Dios es genuinamente sincera o si depositamos nuestra fe en algo de su creación.
¿Cómo ve usted la importancia del comportamiento del cristiano como ciudadano responsable, también en su comunidad, lo que ciertamente incluye cuestiones relacionadas a las políticas públicas?
La atención a nuestras responsabilidades como ciudadanos es de extrema importancia para los cristianos. No podemos dejar eso de lado, como si fueran preocupaciones intrínsecamente seculares que nos apartan de la adoración, de la oración, de la asistencia a la iglesia y así sucesivamente. De hecho, una comprensión bíblica de la vida en Cristo implica que pertenecemos a él en todo lo que somos y hacemos. Eso incluye las muchas posiciones de autoridad que ocupamos a lo largo de nuestra vida. Somos al mismo tiempo padres, madres, hijos, hijas, maridos, esposas, profesores, alumnos, empleadores, empleados, colegas, pastores, ancianos, miembros de iglesia y ciudadanos. Nuestro llamado ante Dios es que seamos fieles en el ejercicio de cada uno de esos oficios, reconociendo que no somos de nosotros mismos, sino que pertenecemos a Dios en Jesucristo.
Finalmente, ¿cuál sugiere usted que debe ser la actitud de los cristianos ante la realidad política que los rodea? ¿Cuál sería una manera bíblicamente aceptable?
Necesitamos ejercer nuestra ciudadanía con responsabilidad por amor a Dios y al prójimo. ¿No debemos abordar la vida política con una actitud de “qué ganamos mi familia y yo con eso”? Sino que debemos reconocer y apoyar el papel legítimo que el gobierno desempeña en nuestra sociedad, orar por nuestros gobernantes, como la Biblia nos instruyó, y estar listos para participar de los asuntos públicos.
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