En la actualidad se vive una realidad en nuestra iglesia, miembros lideran por años algún ministerio sin involucrar a otros, perdiendo la visión de la obra misionera. Jesús nunca imaginó a su iglesia con la participación de unos cuantos miembros, cualquier plan evangelizador que deje a los creyentes como "espectadores" no es el plan divino de Dios (Marcos 13:34).

Es decir que todo miembro de la iglesia que incluye a hombres, mujeres, jóvenes y niños deben “involucrarse” en las actividades de los diferentes ministerios, que su único objetivo es proclamar que ¡Jesús viene pronto! Así, como Elena G. White en Testimonios para la iglesia dice: “la obra de Dios en esta Tierra nunca podrá terminar hasta que los hombres y las mujeres que forman parte de nuestra iglesia se reúnan para la obra y unan sus esfuerzos con los ministros y los oficiales de la iglesia” (t. 9, p. 117).  

“A cada uno se le ha asignado una obra, y nadie puede reemplazarlo. Cada uno tiene una misión de maravillosa importancia, que no puede descuidar o ignorar, pues su cumplimiento implica el bienestar de algún alma; y su descuido, el infortunio de alguien por quien Cristo murió”.

Elena G. White (Review and herald, 12 de diciembre de 1893)

Como se afirma arriba, ningún miembro debe estar sentado, observando que los otros cumplen la misión. Jesús nos mostró su ejemplo cuando involucró a los 12 discípulos (Marcos 3:13-19) y llamó a los 70 (Lucas 10) para su obra, en proclamar sus enseñanzas como un deber. Entonces, debemos estar todos involucrados en el plan divino, la iglesia local debe proclamar el evangelio involucrando a cada miembro para alcanzar más rápido a cada familia en nuestro territorio.

“Dios espera un servicio personal de cada uno de aquellos a quienes ha confiado el conocimiento de la verdad para este tiempo. No todos pueden salir como misioneros a los países extranjeros, pero todos pueden ser misioneros en su propio ambiente para sus familias y su vecindario”.

Elena g. white (9T 30)

"La gran comisión es llevar el evangelio a todo el mundo, lengua y nación. Sin embargo, la iglesia no está 100% involucrada en el cumplimiento de la misión.Existe un mínimo de 5% y un máximo de 20% de miembros involucrados en el cumplimiento de la misión, sin embargo, el llamado para proclamar la misión es para todo aquel que entrego su vida a Jesucristo, por eso el énfasis de Involucrar a toda la Iglesia en el cumplimiento de la misión" afirma el pastor Daniel Montalván, Presidente de la Unión Peruana del Norte.

Es por ello, que nuestra participación en las diferentes actividades en la iglesia debe ser "activa", ser adventistas no es "Sábado" tras "Sábado", ser adventista es un estilo de vida precioso para la honra y gloria de Dios de manera completa, con nuestro dones y talentos fuimos llamados para proclamar su regreso ¡que privilegio! somos irremplazables y nadie puede quitarnos nuestra corona.

“Dios podría haber alcanzado su objeto de salvar a los pecadores, sin nuestra ayuda; pero, a fin de que podamos desarrollar un carácter como el de Cristo, debemos participar en su obra”.

ELENA G. WHITE (EL DESEADO DE TODAS LAS GENTES, PÁG 116)

Es así, que líderes de los diferentes ministerios de la Iglesia Adventista del Norte del Perú han propuesto acciones bajo esta estrategia como: Misión Caleb, Un año en Misión, Bases G148, Global Youth Day, Impacto esperanza, bautismo de primavera, reencuentro, misioneros para el mundo, clubes, entre otros.

Invitemos a las nuevas generaciones a involucrarse, visitemos aquellos "observadores", mostremos el amor de Cristo con los miembros de iglesia, es hora de cumplir la misión, todos estamos involucrados en la predicación del evangelio y en desafiarnos y decir ¡Yo voy!