En un momento Perú tuvo el promedio más alto de muertes por COVID-19 per cápita, una crisis que alimentó una necesidad de oxígeno sin precedentes en el país montañoso donde los hospitales no tienen acceso a sus propios generadores de oxígeno y dependen de fuentes externas.

La Clínica Americana de Juliaca y la Clínica Adventista Ana Stahl (Iquitos) una vez fueron esos hospitales dependientes, pero ya no es así. Gracias a contribuciones de AdventHealth, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), la Fundación Rotary y otros donantes, la Clínica Americana abrió su propia planta de oxígeno en el otoño de 2021 y la Clínica Adventista Ana Stahl inauguró su nueva planta en octubre de 2021.

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“Las plantas representan seguridad y confianza para una institución de salud, su personal y su comunidad. Significa saber que podemos contar con una fuente vital y también que podemos servir efectivamente a la comunidad”, dijo Cesar Valera, director financiero de la Clínica Adventista Ana Stahl. “Tenemos proyectos sociales y comunitarios que llevamos a cabo de manera activa con los gobiernos locales, y esta planta nos ayudará a darle continuidad al ministerio de curación de Jesús a través de esos proyectos”, añadió Valera.

Antes de la instalación de sus propias plantas, el personal de ambas clínicas debía hacer filas en plantas privadas y pagar por el tanque de oxígeno a precios diez veces mayor que el costo normal debido a la demanda abrumadora. Esto creó un desafío significativo para los hospitales rurales, en especial para el golpeado campus Ana Stahl cuyas puertas debieron cerrarse por 30 días debido a una infección generalizada y escasez de personal.

“Cuando cerró la Clínica Adventista Ana Stahl, las personas golpeaban las puertas y trepaban los muros en un intento desesperado de recibir atención médica. Varios miembros del personal enfermaron gravemente y fueron ingresados a la UCI con asistencia respiratoria mecánica”, contó Greg Hodgson, director de las iniciativas de Global Health en Centura Health, un socio regional de AdventHealth. “Ahora tienen un suministro seguro de oxígeno y están listos para enfrentar los desafíos que tienen por delante. Esta planta de oxígeno es un signo de vida”, explicó Hodgson.

Las dos plantas de oxígeno costaron alrededor de USD 500.000 en total y ayudarán a los hospitales a responder a cualquier ola futura de COVID-19, así como a otras enfermedades respiratorias que puedan surgir. 

“La pandemia está lejos de terminar. La COVID-19 sigue devastando comunidades en todo el mundo, y ADRA está decidida a proveer asistencia humanitaria en Perú y el mundo. ADRA agradece su alianza con AdventHealth y otros socios para apoyar a clínicas y hospitales alrededor del mundo con equipos fundamentales como las plantas de oxígeno que ayudarán a salvar más vidas en Perú”, dijo Alex Balint, director de sociedades corporativas y sociales de ADRA. “ADRA continuará con sus esfuerzos de movilizar mecanismos de protección y suministros médicos esenciales para proteger a la comunidad y luchar contra esta pandemia”, puntualizó Balint.

AdventHealth Global Missions trabaja de manera activa con ADRA India para establecer plantas de oxígeno en aquel país y también recauda fondos para hacer lo mismo en el Hospital Adventista de Haití.