Miembros y pastores distritales se involucran en decisiones administrativas de la Iglesia
Representantes de ocho países asistieron al encuentro sudamericano y pudieron ver otro lado de la organización de la Iglesia Adventista.
Cada cinco años, la sede de la Iglesia Adventista lleva a cabo su Concilio Quinquenal. Esta serie de reuniones se celebra para que un grupo discuta y vote las principales orientaciones y los nombramientos que guiarán la institución en los siguientes años.
El Concilio Quinquenal de 2021 se realizó entre el 25 de octubre y el 9 de noviembre de forma híbrida, o sea, virtual y presencial, con la participación de una comisión representativa. Está compuesta por 273 personas, entre las cuales se encuentran miembros voluntarios, pastores distritales, empleados de la Iglesia Adventista y administradores de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.
Lea también:
Maria Samara Meireles viajó desde Teresina (PI), en el nordeste de Brasil para participar en el Concilio Quinquenal por primera vez. “Siempre me apasionó el proyecto Grupos pequeños y hoy soy coordinadora. Después de venir aquí y ver realmente cuánta diferencia hacen los grupos pequeños y que yo, como líder, tengo una responsabilidad aún mayor, volveré a Teresina con más confianza y muy feliz, porque sé que vamos a poner en práctica todo para apresurar el regreso de Jesús”, dice.
Durante el encuentro, todos los líderes de los diferentes departamentos de la Iglesia Adventista, y también sus administradores, presentan los informes y rinden cuentas de todo lo que se ha realizado en el período. También se lanzaron las propuestas de proyectos para los años siguientes, que fueron aprobadas por la mayoría de los delegados, quienes expresan sus votos a través de un sistema electrónico.
Una visión diferenciada
Washington Guaranga es pastor de un grupo de iglesias en Pastaza, que se encuentra a unos 250 kilómetros de la capital de Ecuador, Quito. Así como María, es la primera vez que participa de un evento como este. “Yo nunca había pasado por lo que estoy pasando ahora. Saber que la iglesia se desarrolla de una manera integral, todos pensando en una única misión, todos conectados. Cada informe lleva a otro. Fue maravilloso lo que viví aquí. Muy espiritual. Sentí la presencia de Dios en este lugar al ver las comisiones”, señala Guaranga.
Para el pastor Stanley Arco, presidente de la Iglesia Adventista para ocho países de Sudamérica, lo que él escuchó, en especial por parte de los delegados más jóvenes, fue emocionante. “Queremos traer lo que ellos ven, la manera en la que ven”, destaca. “Nuestro sueño es exactamente eso: no queremos establecer un programa, queremos cumplir la misión. Y cuando comenzamos a trabajar en el objetivo, en el sueño que desarrollamos aquí en la División Sudamericana [sede sudamericana adventista], ese es el objetivo, el sueño, y ellos comienzan a ver y pensar ‘¿Cómo puedo cumplir esa filosofía, ese objetivo, ese sueño aquí en mi iglesia?’, y así comienzan a responder”.