El plan de cinco años incluirá el desarrollo del liderazgo
El objetivo es fortalecer el trabajo integrado para cumplir la misión de la Iglesia Adventista.
Al finalizar cada Concilio, los líderes adventistas sudamericanos lanzan los desafíos misioneros para que pastores y administradores de las sedes que atienden uno o más estados/países, las Uniones, puedan definir sus metas en las oficinas locales. En 2020, con el cierre de un quinquenio, fue el momento de presentar la planificación para los próximos años.
Para ese período, el énfasis estará en la iniciativa Yo voy, y tiene como referencia el plan mundial realizado por la Iglesia Adventista del Séptimo Día, el cual consiste en una adaptación a la realidad sudamericana, con indicadores generales para cuatro áreas consideradas esenciales: comunión, relacionamiento, misión y liderazgo.
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La novedad es justamente el aspecto del liderazgo, pues las demás áreas ya son parte de los énfasis definidos por la Iglesia en los últimos cinco años. De manera general, para un liderazgo más sólido, se esperan acciones de desarrollo, capacitación y la búsqueda de una preparación mayor de los pastores y de los propios miembros.
“Toda esta planificación tiene solo un objetivo bien claro: reforzar todavía más la importancia de un trabajo integrado con un foco definido para cumplir la misión. Entendemos que este cumplimiento pasa necesariamente por un liderazgo equilibrado, bíblico, activo y calificado para actuar en contextos cada vez más desafiantes de la sociedad”, explica el pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Sudamérica.
Conozca los indicadores de las cuatro áreas:
COMUNIÓN
- Integrar más miembros de la iglesia en hábitos diarios de comunión personal por medio de la oración, el estudio de la Biblia, la lección de la Escuela Sabática, los escritos de Elena de White y otros materiales devocionales.
- Promover el conocimiento y la práctica de los conceptos bíblicos presentes en nuestras creencias fundamentales, fortaleciendo la importancia de la predicación bíblica en los cultos.
- Aumentar la participación de los miembros en la Escuela Sabática y en los cultos de la iglesia.
- Ampliar el número de miembros fieles en los diezmos y en las ofrendas.
RELACIONAMIENTO
- Mantener un programa de discipulado para el desarrollo de los miembros de la iglesia y el cuidado de los recién bautizados.
- Aumentar la cantidad y relevancia de los grupos pequeños y de las unidades de acción por congregación, como también la integración entre ellos.
- Afirmar el papel de la familia como unidad básica de la iglesia y reforzar el compromiso de enfrentar el abuso físico, emocional y sexual.
MISIÓN
- Involucrar a más pastores, líderes y miembros en el discipulado por medio del testimonio personal, la visitación, los estudios bíblicos, las clases bíblicas, el evangelismo público y la distribución de literatura con el objetivo de aumentar el índice de crecimiento real y disminuir la apostasía.
- Mantener un programa permanente de atención y rescate orientado a los miembros que dejaron la iglesia.
- Involucrar a más personas e instituciones en el uso de los medios sociales de comunicación de manera integrada y con un foco misionero, en conexión con la Escuela Bíblica de Nuevo Tiempo.
- Aumentar el número de iglesias nuevas plantadas, especialmente en los centros urbanos.
LIDERAZGO
- Implementar un programa de liderazgo para consolidar la visión del discipulado (Comunión, Relacionamiento y Misión) en todos los niveles de la iglesia.
- Reforzar el sentido de vocación y el crecimiento de cada pastor por medio de las competencias ministeriales.
- Promover un programa regular de educación continua para pastores, departamentales y administradores.
- Fortalecer la estructura de compromiso (compliance) a los códigos y principios éticos para resaltar los modelos elevados de integridad entre los pastores, líderes y miembros.