La Iglesia vota una nueva estructura de la sede administrativa
Misión Especial, así se nombrará a una sede que actuará con un equipo y recursos reducidos, y podrá establecerse a partir de 2022.
Las sedes administrativas de la Iglesia Adventista en todo el mundo existen para atender a sus miembros y contribuir con el objetivo de llevar personas a Cristo. Hoy, lo que determina la estructura de cada uno de sus niveles (Misión, Asociación o Unión) es especialmente la necesidad de ofrecer una atención adecuada a los fieles, el potencial de crecimiento de la Iglesia en la región y la capacidad económica para suplir sus propios gastos.
A las sedes regionales que resultan de un conjunto de templos locales se las llama Asociación o Misión. Las Asociaciones son autosuficientes para desarrollar proyectos misioneros y hacerse cargo de gastos con personal, por ejemplo. Pero cuando dependen de subvenciones de otros niveles jerárquicos, como por ejemplo, de las Uniones (formadas por un conjunto de Asociaciones/Misiones) son denominados Misiones.
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Así como las Asociaciones, las Misiones también coordinan el trabajo de las iglesias locales en una determinada región. Además, cuentan con un cuerpo completo de administradores y directores de departamentos, pero con algunas limitaciones, no solo de orden financiero, sino con relación a su actuación, que está determinada por los Reglamentos Eclesiástico-Administrativos, el reglamento interno de la Iglesia Adventista en Sudamérica.
Pero a partir de ahora, la denominación en Sudamérica tendrá un modelo nuevo de sede administrativa, aprobado durante el Concilio Anual, realizado en Brasilia. La Misión Especial, como fue votada, podrá establecerse en lugares con condiciones financieras menores, pero que necesiten un trabajo más estratégico y específico para que la Iglesia avance en ese territorio.
Definiciones
De manera que a partir de 2022 ese modelo podrá ser adoptado en ocho países sudamericanos. Un documento votado durante la reunión presenta todas las directrices que deben ser adoptadas para establecerlo. Algunas de las Misiones ya existentes deberán pasar por el proceso que las clasificará como Especiales, mientras otras, en el futuro, podrán recibir el estatus de Regular.
En cuanto a su estructura, la Misión Especial tendrá un equipo base reducido, de solo cuatro personas, entre administradores y directores de departamentos, que acumularán varias funciones. Podrán existir otros dos directores, que cuidarán específicamente del Ministerio de Publicaciones y Educación.
La sede inicialmente deberá ser provisoria, sea alquilada o propia. El número de empleados, como la contabilidad y otras áreas, también será pequeña. En cuanto a las siglas, tanto la Misión Regular como la Especial seguirán el modelo actual utilizado por la Iglesia. La diferencia solo será visible para análisis y control interno, en informes y sistemas, por ejemplo.
“Con esto, creemos que la Iglesia Adventista podrá llegar a más lugares con eficiencia y con más apoyo a los miembros y el avance de la misión de anunciar el pronto regreso de Cristo”, señala el pastor Edward Heidinger, secretario ejecutivo de la denominación para ocho países sudamericanos.