Nuestro organismo utiliza los alimentos para diversos fines, como la formación, el crecimiento, el mantenimiento y la regeneración de los órganos y tejidos, y el metabolismo de manera general. Así, podemos entender que las funciones desempeñadas por cualquier alimento dependen de los nutrientes que este posee. Y cada tipo de alimento presenta una cantidad específica de determinados nutrientes; entre ellos están las vitaminas.

Las vitaminas son sustancias orgánicas indispensables para nuestra salud. De manera general, ayudan en el metabolismo celular al favorecer reacciones químicas que permiten la absorción de los nutrientes; sin embargo, cada una desempeña un papel específico. Nuestro organismo no logra producirlas, pero pueden obtenerse por medio de alimentos naturales o en forma industrializada, como en comprimidos y complejos multivitamínicos. Por eso, entender la función de cada vitamina y saber dónde podemos encontrarlas es muy importante para la construcción de una dieta equilibrada que garantice que nada le falte a nuestro organismo.

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Para que las vitaminas cumplan su respectivo papel en nuestro cuerpo, lo mantengan en funcionamiento ordenado y promuevan el bienestar físico y mental, también es importante que se consuman en la cantidad correcta. Ese monto varía de acuerdo con el sexo, el estado de salud, la edad, entre otros factores. Por ejemplo, las dosis vitamínicas deben reforzarse en gestantes, lactantes y personas que estén realizando algún tratamiento especial, como quimio y radioterapia.

Sobre las consecuencias de dosis insuficientes de vitaminas podemos citar como ejemplo la famosa “ceguera nocturna”, que se debe a la carencia de vitamina A, y que si no se la trata puede provocar lesiones en la córnea, y como resultado una ceguera definitiva. El exceso de la misma, puede dejar la piel seca, causar dolores en los huesos y articulaciones, mareos, caída del cabello, entre otros efectos. En resumen, cuando se trata de vitaminas, el equilibrio es la clave para el éxito. En la medida correcta sus beneficios son innumerables, desde la mejora de nuestra piel y cabellos, a la energía y vitalidad, la oxigenación del cerebro y hasta la prevención y cura de enfermedades e infecciones.

La mejor manera de conseguir las vitaminas es por medio de una alimentación saludable, variada y equilibrada. Un consejo es preparar comidas coloridas, de preferencia que incluyan alimentos frescos. Los suplementos vitamínicos también son una alternativa para prevenir o tratar la falta de vitaminas y sus consecuencias. Vale resaltar que el consumo de complejos vitamínicos no debe sustituir una buena alimentación, ni hacerse sin la orientación y supervisión médica.

Respondiendo la pregunta del título, sí, las vitaminas son esenciales. No dude en buscar un nutricionista para evaluar sus necesidades específicas y para que lo ayude a elaborar una dieta saludable y equilibrada que garantice lo que su cuerpo necesita.