Una de cada cuatro personas es sedentaria
La práctica de ejercicio físico es esencial para mantener la buena salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una vida saludable está compuesta por múltiples factores, entre ellos, el bienestar físico. En el mundo, uno de cada cuatro adultos no practica la cantidad mínima de actividad física semanal. De acuerdo con el educador físico Lucas Agostini, “los sedentarios son las personas que practican menos de 150 minutos por semana de actividad leve a moderada o menos de 75 minutos de actividad vigorosa”.
Para salir de esa estadística se recomiendan algunas modalidades. “La puerta de entrada puede ser caminar, andar en bicicleta, nadar, entre otras actividades”, explica Agostini. Destaca además que “para quien no presenta práctica regular de actividad física en los últimos meses, lo ideal es pensar en la intensidad, y no exactamente en el tipo, al incorporar ese hábito”.
Como en todo nuevo hábito, es necesario comenzar con moderación. La sugerencia es elegir actividades leves a moderadas e ir aumentando la intensidad de acuerdo con la adaptación del cuerpo. En caso de que aparezcan dolores o incomodidad, es necesario estar atento. “El ejercicio debe exigir del cuerpo más que el ‘esfuerzo mínimo exigido por un sofá’, pero nada que imposibilite a la persona practicarlo nuevamente en los días siguientes”, subraya Agostini, que además de educador físico es influenciador digital. En su cuenta en Instagram @boaformaadventista, da consejos sobre vida saludable.
Una vez que se toma la decisión de incluir la actividad física en la rutina, se debe buscar un médico para hacer una evaluación de sus condiciones físicas. “A pesar de que la práctica regular de ejercicio proporciona innumerables beneficios, en algunas situaciones puede ser muy perjudicial si la persona ya posee una condición limitante”, alerta el especialista.
Evaluación previa
El cardiólogo Heitor Pereira Junior explica que las personas de más de 40 años o con alguna enfermedad preexistente como la hipertensión o con una historia de enfermedades cardíacas, deben buscar un médico para realizarse exámenes básicos. “Es raro encontrar a alguien que no pueda hacer ejercicio”, afirma Heitor al resaltar que las prácticas deben ser adecuadas a cada persona.
En lo posible, recomienda Agostini, es importante tener a alguien en el área deportiva para que lo ayude a incorporar nuevas actividades en la rutina diaria, como también para presentarle modalidades que pueden ser más placenteras. “Las personas que buscan a través del ejercicio físico mejorar su salud general y sus capacidades físicas como fuerza, resistencia, flexibilidad, agilidad, velocidad, equilibrio y condiciones cardio-respiratorias, pueden y deben contar con el apoyo de los profesionales de educación física”, complementa.