El desafío de las Iglesias es equilibrar lo social y lo espiritual, dice el teólogo
Teólogo y doctor Wagner Kuhn, brasileño que actúa como profesor hace nueve años en Andrews University, Estados Unidos, estudia el asunto y está lanzando un libro nuevo.
Brasilia, DF ... [ASN] El Simposio Adventista de Solidaridad que se realiza hasta el próximo jueves (16), tiene como uno de sus objetivos discutir la teología bíblica y la acción social a favor del prójimo. Y uno de los invitados para hablar hace una reflexión interesante sobre el asunto.
El teólogo y doctor Wagner Kuhn, brasileño que actúa como profesor hace nueve años en Andrews University, Estados Unidos, estudia el asunto y está lanzando un libro nuevo. Todavía sin título en portugués, la obra Redemptions and Transformation through relief and development discute algunos aspectos importantes, también, en relación al equilibrio entre misión espiritual de la Iglesia Adventista y la necesidad de atención social como parte del propio evangelio.
El Dr. Kuhn conversó en la mañana del martes (14) con el equipo de ASN, la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias. El explicó que en la historia de las iglesias cristianas, uno de los errores cometidos fue hacer demasiado énfasis sobre lo que él llama evangelio social. O sea, la solidaridad como un fin en sí mismo sin relación con la cuestión religiosa. Por otro lado, él ve también el problema del otro extremo. “Como venimos de un movimiento profético con gran énfasis en el eminente regreso de Cristo, podemos ser tentados a pensar poco en el área social”, compara Kuhn.
El profesor de Andrews University resalta que la planificación y organización son importantes para las actividades sociales, pero alerta hacia el riesgo de la institucionalización del servicio al prójimo. “No podemos pensar que ese papel es solo de una agencia como ADRA y que la persona simplemente hace una donación y se libra del problema”, afirma.
Visión integral: Kuhn explica que tiene mayor impacto para una persona cuando ve la vida de alguien transformada a partir de la ayuda que viene del prójimo. El teólogo recuerda que “no existe amor a Dios si no existe amor al prójimo”. En su evaluación existe el riesgo de una cierta “espiritualización” de la solidaridad sin la preocupación con acciones concretas a favor de los que sufren en este mundo.
La necesidad de una vida completamente dirigida hacia Dios implica necesariamente vivir lo que se predica, para que el mensaje bíblico tenga un efecto real en la vida de las personas. En ese contexto, el estudioso resalta que las personas precisan comprometerse individualmente con el servicio al prójimo. [Equipo ASN, Felipe Lemos].