Alumnos de enseñanza superior dedican una semana de servicio
“Servir al prójimo nos produce más satisfacción a los que damos que a los que reciben", destaca Jefiner, estudiante de enfermeria.
Del 15 al 18 de octubre al todos los alumnos de las 6 carreras del Instituto Superior Adventista de Misiones (ISAM), participaron en la “Semana de Servicio” realizada en la localidad vecina de Víctor Andrade.
Alumnos y docentes disfrutaron de una semana de ayuda al prójimo realizando variadas actividades, como refacción en Escuelas Primarias, charlas sobre salud, sexualidad, RCP, peligros de la pornografía y primeros auxilios para alumnos y docentes; Se visitó también hogares de ancianos y familias carenciadas, prestando servicios de salud y limpieza de sus hogares e inmediaciones.
Los alumnos participantes coincidieron en ser los más beneficiados en poder realizar esta actividad, la cual los ayudó a valorar lo que se tiene y tomar conciencia de las necesidades y problemáticas que pueden tener familias de localidades cercanas.
Jenifer Moraes, alumna del 1er año de la Carrera de Enfermería destaca: “El hecho de servir al prójimo nos produce más satisfacción a los que damos que a los que reciben. Fue muy bueno poder llevar salud y bienestar a los alumnos de la Primaria, Secundaria y vecinos. También valoro mucho lo que generó entre nosotros los compañeros, el poder estar una semana trabajando para otros, sin lugar a duda nos unió y potenció como futuros profesionales”.
Nicolás Peña, alumno del 1er año del Técnico Superior Contable mencionó: “Dios fue muy bueno al permitirme disfrutar de esta experiencia. Es la primera vez que lo hago, y nunca imaginé lo que generaría en mi y en el equipo de compañeros. Los abrazos, sonrisas, besos y momentos compartidos con los niños, profes y abuelos nos marcaron profundamente, y nos motivaron para volver, terminar nuestra carrera y pronto estar al Servicio de Dios”.
Como institución creemos que es fundamental instruir a nuestros alumnos en el Servicio y la ayuda al prójimo, ya que esto es una impronta que distingue a los profesionales formados en el ISAM, la cual trasciende fronteras nacionales e internacionales, y lo más importante: nos ayuda a potenciar nuestra relación con Dios en la tierra y prepara para el Cielo.