Líderes Adventistas aprueban plan para igualar diezmo entre divisiones
Para 2030, cada división de la iglesia mundial contribuirá el mismo porcentaje base de diezmo a la Conferencia General.
Alcanzar la paridad en el diezmo contribuido por las divisiones mundiales de la iglesia a la sede mundial de la Iglesia Adventista fue el tema que dominó la discusión de los delegados de la reunión de otoño 2019 de la Junta Directiva de la Asociación General, llamada ‘Concilio Anual’.
La equidad en cuestiones financieras describe un escenario futuro en el cual los trece territorios en el mundo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (llamados ‘divisiones’) contribuyen el mismo porcentaje base de su diezmo a la sede mundial de la denominación: la Asociación General (AG). La AG usa su porción asignada del diezmo para fundar sedes de operaciones, así como apropiaciones, que son los fondos distribuidos nuevamente hacia las divisiones por parte de la AG.
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Cómo funciona
La estructura financiera de la Iglesia Adventista tiene que ver con el diezmo (el 10% de los ingresos del miembro) dado a la iglesia local. La iglesia local envía los diezmos a la asociación local, una entidad administrativa que vela por un área geográfica definida. Mientras que la mayoría del fondo de diezmos permanece en la asociación para pagar operaciones, los salarios de los pastores y otros proyectos misioneros, una parte se envía a otras unidades administrativas, incluyendo la AG y sus divisiones.
Históricamente, la División Norteamericana (DNA), lugar de nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, ha contribuido con un mayor porcentaje de su diezmo a la AG. Recientemente en el 2012, la DNA estaba contribuyendo con el 8% de su diezmo asignado a la AG, mientras que el resto de las divisiones solo contribuían con el 2%.
Un cambio oficial en los Reglamentos eclesiásticos-administrativos de la Asociación General, votado por la Junta Directiva de la AG en 2011, disminuyó la contribución de la DNA del 8% al 5.85%. El plan se introduciría de forma gradual en un periodo de ocho años y este refleja una creciente necesidad de crear actividades centradas en la misión en Norteamérica.
En 2018, la Junta Directiva de la DNA solicitó, a través de un voto oficial, un diálogo continuado con la AG a fin de lograr una mayor disminución de la remesa del diezmo de la división a la AG con el objetivo de alcanzar la paridad de diezmo (equidad) entre todas las divisiones.
Esa paridad significaría que Norteamérica ya no sería percibida como un “padre” denominacional, “sino como un compañero equitativo [con las demás divisiones] en responsabilidades y trabajo misionero”, explicó el tesorero de la AG Juan Prestol-Puesán.
La propuesta
Después de casi un año de diálogo con y entre las divisiones mundiales, se presentó a los miembros de la Junta Directiva de la AG un plan que de forma gradual lograría la equidad para el 2030. Comenzando ese año, cada división mundial de la iglesia contribuirá un equitativo 3% de su diezmo asignado a la AG.
“Hemos tenido reuniones buenas e intensas con los administradores de nuestras divisiones, incluyendo Norteamérica”, dijo el presidente de la Iglesia Adventista a nivel mundial, Ted N. C. Wilson. “Hemos tenido serias conversaciones”.
De acuerdo con la propuesta, los existentes Reglamentos eclesiásticos-administrativos de la AG 235-19 G bajo el título Apoyo a la obra mundial, serán enmendados para incluir una tabla, así como más detalles y explicaciones que definan el camino hacia la equidad.
Al introducir la política enmendada, Wilson comenzó reconociendo la obra que la DNA ha realizado a través de los años para desarrollar la presencia adventista del séptimo día alrededor del mundo. Los asistentes respondieron con una ovación de pie y “amenes”.
Prestol-Puesán está de acuerdo. “Todos los territorios de ultramar tienen una deuda de gratitud con la División Norteamericana”.
Debate en la asamblea
En el momento de los comentarios, Wilson aclaró que el diálogo tuvo una diversidad de perspectivas. “¿Todos estuvieron de acuerdo? No”, dijo Wilson. “Pero la propuesta tiene algunas cláusulas que permitirán abrir el debate”.
Los aportes de los participantes reflejaron esa diversidad.
Luego de agradecer al personal de la tesorería de la AG por su trabajo en esta solicitud, el tesorero de la DNA, Randy Robinson, explicó: “Somos privilegiados en ayudar al campo mundial. Tuvimos el privilegio de hacerlo y seguiremos sintiéndonos privilegiados de hacerlo. Estamos agradecidos por la misión que se lleva a cabo alrededor del mundo, pero también somos conscientes de la misión que tiene que llevarse a cabo en Norteamérica. Nuestro deseo es destinar estos recursos al campo local”.
Delegados de varias partes del mundo también expresaron su gratitud a la DNA por su contribución a la misión mundial. “En nombre de nuestra parte del mundo, me gustaría agradecer a la División Norteamericana”, dijo Edward Tupa’i, presidente de la Unión Pacífico de Nueva Zelanda. Tupa’i recordó cómo el mensaje adventista llegó a Nueva Zelanda a través del misionero estadounidense Stephen Haskell. “Es algo por lo que estaremos eternamente agradecidos”.
Otros delegados expresaron su preocupación acerca de la dirección de la propuesta. Kathy Haycock Proffitt, miembro laico de la DNA, sugirió que esta decisión tendrá un impacto directo en el alcance mundial. “Entiendo la paridad, pero desgraciadamente, esto no incluirá igualdad de condiciones”, afirmó Haycock Proffitt. “Los que tienen menos dinero tendrán que contribuir con más mientras que recibirán menos”.
Otros delegados fuera de la DNA estuvieron de acuerdo con la propuesta. “Yo apoyo esta propuesta más del 100%”, dijo Kenaope Kenaope, un miembro de la Junta Directiva de la División Sudafricana y del Océano Índico. “Un niño que no crece debe ser una preocupación para el padre. Si la DNA dice que no puede ser el padre, eso es justo. ¿Por qué debería tener un niño en su casa que esté allí para siempre? Enfaticemos la capacidad que el Dios de la iglesia mundial tiene para hacernos avanzar”.
Decisión
Después de dos horas de presentación y debate, los miembros de la Junta Directiva votaron a favor de la propuesta para implementar los cambios presentados en los Reglamentos eclesiásticos-administrativos.
Thomas Lemon, vicepresidente de la AG que moderó el debate, felicitó a los asistentes por un sano diálogo. “Mientras que nos preocupamos para que la misión avance, podemos alabar al Señor por la misión que ya ha sido realizada porque estamos aquí en un grupo que representa mucho de la cultura y grupos que forman nuestro mundo”.
Luego del voto, el presidente de la DNA, Dan Jackson, agradeció a los delegados que representan cerca de 200 naciones. “Quiero agradecer a nuestros hermanos y hermanas en el mundo por apoyar a la División Norteamericana. Muchas Gracias. Dios los bendiga”.