La influencer que se suicidó después de haberse casado con ella misma
No use Internet para juzgar o criticar a las personas. Algunas heridas pueden ser fatales.
“Ese nombre me es familiar”.
“Conozco a esa muchacha de algún lugar”.
“Sí, ya escuché hablar de ella”.
“En todos los noticieros solo se habla de ese caso”.
Entre las cosas habituales de la vida está el CONOCIMIENTO. Tenemos información de personas, sabemos de acontecimientos, buscamos temas, tenemos acceso a detalles y esparcimos mensajes todo el tiempo. El hecho es que el conocimiento impresiona. Pero hay algo demasiado poderoso en el RECONOCIMIENTO, en la inundación de información.
Lea también:
Huya de su parálisis o muera (por más fuerte que le parezca)
Voy a traer a su memoria una historia reciente que repercutió con fuerza en los medios de comunicación, llegando a los trending topicsdel Twitter brasileño y, sin dudas, llegó también a su conocimiento: La influencerdigital Alinne Araújo se suicidó después de haberse casado consigo misma. La joven de 24 años reveló en su cuenta de Instagramque su novio había decidido no casarse un día antes de la ceremonia, pero que de todas maneras, ella no cancelaría la fiesta. “¿Conocen el dolor de confiar en alguien ciegamente, de creer que uno encontró a su compañero de vida y un día antes de la celebración del amor de ambos esa persona se va? Manda un mensaje por WhatsAppy termina con todos los sueños de uno”, se desahogó en el subtítulo de una foto.
“Me tomó por sorpresa, quise morir, él siempre supo de mi condición y no le importó cómo yo estaría. Cuando recibí la noticia estaba conduciendo, tuve una crisis al volante, salí de mi coche y me tiré en una autopista, pero Papá del Cielo es bueno y me salvó una vez más. Podría quedarme aquí llorando, pero tengo una linda fiesta esperándome, entonces hoy me caso conmigo misma en nombre de mi vida nueva. Deséenme suerte. Los amo”, continuó.
Grito silencioso
Alinne era conocida por compartir su rutina de lucha contra la depresión y trastorno de ansiedad. Ella mostraba con sinceridad sus días malos, exponía sus angustias y hablaba incluso sobre los pensamientos suicidas que insistían en perturbarla. Su cuenta tenía el claro objetivo de apoyar a otras personas que enfrentan problemas psíquicos semejantes.
Su ciclo de influencia parecía estar bajo control, pero la repercusión de la decisión de casarse sola cambió su escenario virtual y, como consecuencia, su escenario personal, lo que era más íntimo, sus emociones y su alma. Después de divulgar escenas de la fiesta, Alinne comenzó a recibir críticas por parte de miles de internautas.
El público se dividió en opiniones, sin escatimar palabras para expresar su punto de vista. Muchos creyeron que su actitud no era más que una jugada de marketing, un intento desesperado de llamar la atención y ganar números, lo que enfatizó aún más los dolores de la joven que todavía no había tenido la oportunidad de lidiar con el luto por el fin de su relación. La sobrecarga emocional fue fatal. Horas después, Alinne fue encontrada muerta, víctima de suicidio.
Sin embargo, el ciclo de violencia virtual no terminó con su muerte. El ejército de internautas simplemente migró con sus discursos y ataques al perfil de su ex novio. Él, entonces, se declaró sin fuerzas y abatido para dar cualquier tipo de explicación. Entre tantos comentarios de odio y de acusación, algunos sugirieron que el muchacho hiciera una pausa en las redes sociales para ahorrarse más sufrimiento.
“Un consejo, apártate un poco de Internet. Existen personas crueles que van a lastimarte. El motivo es tuyo y nadie tiene derecho a juzgar. Que Dios consuele tu corazón”, escribió una persona. “Amigo, ¡desactiva tu cuenta! ¡Esto es tóxico!”, dijo otra. Él siguió el consejo y abandonó la web.
Sensibilidad
Posiblemente escuchó hablar de ese caso que impactó el país, pero, como dije antes, hay algo más poderoso en RECONOCER que en CONOCER. ¿Cuántos puntos en esta historia le parecen familiares? ¿Cuántos aspectos identifica en su intimidad? Al reflexionar en lo ocurrido, es claro que, por desgracia, es más habitual que inédito. Por eso, mi deseo es que una noticia como esta no se vuelva un viral más en Internet, sino que sea el incentivo para el cambio de la sociedad. Si usted desea lo mismo, reflexione conmigo sobre algunas lecciones importantes:
- Ninguna lucha agresiva por la paz es eficaz. No se grita por amor pronunciando palabras de odio, no se clama por justicia practicando la iniquidad. No vale la pena ejercer una libertad de expresión encarcelada en ausencia de educación y falta de compasión. “Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz” (Santiago 3:18). No hay otra fórmula, ni aun para el universo de las caras ocultas.
- Internet dio poder a los psicópatas pasivos. Tenga cuidado de no ser el tipo de persona que no apuñala, sino que le entrega el cuchillo al suicida vulnerable. Matar a alguien emocionalmente también es destruir su vida. “La pantalla pasa a ser cómplice de lo que decimos, sin trabas. Pero en lo virtual no existe presencia. Y, con eso, nuestro contacto con el otro se empobrece”, explica la psicoanalista Joana D’Arc. Este empobrecimiento nos lleva a actos impulsivos de violencia verbal, comentando cosas que jamás diríamos cara a cara. La Biblia dice que “del fruto de la boca del hombre se llena su vientre; se sacia del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos” (Proverbios 18:20-21). De cualquier forma, cargaremos con las consecuencias, pues nos volvemos responsables por ellas.
- “¿De qué le aprovechará al hombre ganar todo el mundo, si pierde su alma?” (Marcos 8:36). ¿De qué vale ayudar multitudes y perder la propia alma? La exposición de su intimidad puede ayudar a varias personas. Revelar sus luchas, angustias y desafíos puede generar gran identificación en la sociedad. Por eso, la propuesta parece irresistible e incluso solidaria, como si la idea de mostrarse por dentro, en su pura realidad, fuese la decisión más altruista que se puede tomar. Sin embargo, esa es una puerta que se abre no solo para quien quiere ser ayudado, sino también para quien está en desacuerdo, quien opina, quien toma una posición contraria e incluso para quien ve al ser humano como blanco para descargar sus frustraciones.
Estamos hablando de la “tierra de nadie”. Claro, uno puede movilizar el mundo por las olas digitales, ¿pero será que lo vale? ¿Se encuentra en un momento propicio para lidiar con juicios, opiniones distintas e incluso ataques? ¿Tiene una estructura emocional para estar sujeto a la exposición y sus consecuencias? Sea consciente de que su paz no tiene precio. Cuide su corazón antes de intentar salvar al mundo. Al fin y al cabo, de él proceden todas las cosas de la vida.