Faltan casi dos meses para que comience el verano y cientos de jóvenes adventistas en Chile se preparan para trabajar durante sus vacaciones en el colportaje, ministerio de la Iglesia Adventista del Séptimo Día que comparte a Jesús  de una forma muy original y efectiva: promoviendo la salud física, mental y espiritual a través de manuales médicos. Con el fin de motivar, alentar y capacitar a los estudiantes, el Ministerio de Publicaciones de la congregación realizó el 21 de octubre el XVI Congreso Nacional de Colportores en la Universidad Adventista de Chile (UnACh).

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En la actualidad la mayoría de las personas son reacias a escuchar el mensaje que proclaman las iglesias, por eso, es fundamental el rol que cumplen los colportores, ya que “llegan a lugares que de otra forma no se puede llegar, no se pueden alcanzar. Entran a los hogares con el mensaje de esperanza, de salvación, a través de los libros. Esa gente queda con el mensaje preparada para mejorar su calidad de vida. Pero por sobre todo en esos libros está el mensaje para que puedan prepararse para la patria celestial”, señaló el pastor Germán Martínez, director del Ministerio de Publicaciones de la Iglesia Adventista en Chile.

Durante el encuentro se presentó una dramatización de la historia del colportaje, se expusieron ponencias sobre el método de evangelización de los libros de salud y se realizaron actividades recreativas para que los jóvenes estrecharan lazos de amistad. Además, hubo un momento especial, en el cual los estudiantes se comprometieron a servir a Dios, predicando el evangelio a la humanidad.

“Para este verano se han inscrito alrededor de 400 jóvenes, estudiantes de diferentes lugares del país, que van  a participar en la campaña de colportaje estudiantil en la Unión Chilena. Aproximadamente se van a abarcar 20 ciudades desde Arica hasta Punta Arenas”, expresó Joadán Meza, directora del Instituto de Desarrollo del Estudiante Colportor (IDEC) de la Universidad Adventista de Chile.

Al evento asistieron representantes de ACES (Asociación Casa Editora Sudamericana)- editorial que publica los manuales de salud que distribuyen los colportores-, con el fin de apoyar la capacitación que se brindó a los estudiantes, y de generar cercanía con los jóvenes. “Nosotros de aquí a un tiempo más queremos fortalecer el trabajo con los colportores, no solo en materiales, sino en herramientas que puedan ayudar al colportor en su tarea del día a día; no sólo al estudiante, sino al permanente, en materiales, utilizando tecnología, aplicaciones a través de las redes, etc”, indicó el pastor Benjamín Contreras, gerente de ACES Argentina.

“El poder medicinal de los alimentos”, “Cuerpo sano”, “Placer y salud en su mesa, recetas para vivir más y mejor”, “El poder medicinal de las plantas”, “Recetas saludables para gente ocupada” y “El poder medicinal de los jugos”, son algunos de los manuales que distribuyen los colportores en casas, colegios, universidades, bibliotecas y empresas.

“He colportado cinco veranos, para mí el colportaje ha sido la mejor escuela por la cual he pasado. En realidad el colportaje no solo nos ayuda en lo que es consagración, dependencia de Dios, sino que también nos ayuda a moldear aquellas habilidades blandas; por ejemplo, la empatía, el valor humano, la perseverancia y la fe. En realidad eso me ha ayudado mucho en mi carrera universitaria”, afirmó Rut Contreras, estudiante de pedagogía en Educación Diferencial de la UnACh.

Cabe destacar que en Chile las campañas de colportaje están compuestas por estudiantes que distribuyen manuales, por un líder que capacita a los jóvenes y los acompaña en sus charlas de salud, y por un instructor bíblico encargado de dar cursos a las personas que quieren estudiar la Palabra de Dios.

“Colporto hace 13 años de manera interrumpida. En este momento lidero una campaña. El colportaje ha sido para mí una bendición de manera considerable, porque me ayudó a conocer a Dios, a depender de Él; pero también a conocerme a mí como persona y a saber lo que el Señor quiere para mí”, dijo Ángel Armijo, estudiante de Teología de la Universidad Adventista de Chile.

El congreso culminó con un espacio de alabanzas a Dios dirigido por Sofía Cáceres y Conexión Cielo.

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