Cada cinco segundos, una persona queda ciega
Si usted está logra leer este artículo, agradezca a Dios por su vista.
Actualmente existen en el mundo cerca de 36 millones de ciegos y 217 millones de personas con su vista comprometida entre los niveles moderado y severo, según un informe de la OMS (Organización Mundial de la Salud). Cada cinco segundos una persona queda ciega y a cada minuto un niño pierde la vista. La vista es uno de los cinco sentidos que nos conectan con el mundo. Cerca del 85% de toda la información nos llega a través de la vista. Por esta razón, la falta de la misma conlleva grandes limitaciones en la vida diaria.
A continuación hay algunos consejos importantes que pueden ayudarnos a preservar una buena vista en diferentes fases de la vida.
Cuidados en la infancia
Nuestros ojos pueden estar en peligro aun antes de nuestro nacimiento. Por esto, la futura mamá debe hacer el prenatal con seguimiento médico. Enfermedades como la rubeola o la toxoplasmosis pueden causar daños irreversibles a los ojos de los bebés, llevándolos a la ceguera.
La primera consulta oftalmológica debe ser luego del nacimiento. Este primer examen tiene por objetivo verificar si los ojos están bien formados y si existe alguna patología que necesita de tratamiento inmediato. Es necesario garantizar que todo esté bien para que la vista se desarrolle plenamente durante los primeros años de vida.
Así como el bebé aprende a coordinar los brazos, piernas y dedos, aprende a coordinar los ojos y a interpretar las imágenes que vienen al cerebro a través de ellos.
Todo niño debe hacer una nueva evaluación a la edad del prescolar. A esta edad, el uso de los ojos puede ser muy importante, pudiendo tener consecuencias irreparables en caso de negligencia.
Los casos de accidentes con clavos, lápices, anzuelos, hebillas para el cabello y otros objetos no son raros. La protección ocular debe ser un hábito en cualquier actividad de riesgo; este consejo se aplica en cualquier fase de la vida.
Juventud
El queratocono es una alteración corneal que suele manifestarse entre la adolescencia y la juventud. La cornea presenta fragilidad en las conexiones de su estructura. Eso puede llevar a deformidades en su curvatura generando una visión reducida.
Nunca está de más decir que rascar los ojos o apretarlos nos deja vulnerables a este mal y a otros. El seguimiento médico se hace siempre necesario.
Madurez (después de los 40 años)
Alrededor de los 40 años de edad debemos estar atentos al glaucoma, la mayor causa de ceguera irreversible en el mundo. Se trata de una enfermedad silenciosa, muchas veces sin presentar síntomas. La pérdida de la vista se inicia desde la periferia hacia el centro de acuerdo con el avance de la enfermedad. Generalmente ocurre de forma asimétrica, es decir, en un ojo antes que en el otro y, no es raro, observar a pacientes que pierden la visión de uno de los ojos y no se dan cuenta. Después de los 40 años es obligatoria la evaluación oftalmológica anual para descartar esta enfermedad. El tratamiento tiene por objetivo impedir la progresión de la enfermedad, pero infelizmente, no hay como recuperar lo perdido.
Después de los 50 años
Existen dos patologías muy comunes que se inician generalmente después de los 50 años de edad.
Cataratas
Es la mayor causa de ceguera reversible en todo el mundo.
La catarata es cuando se opaliza el cristalino, una estructura localizada detrás del iris que tiene la función de una lente para focalizar la imagen en la retina. Con el envejecimiento, esta lente se vuelve más rígida y posteriormente menos transparente. La pérdida de la vista por catarata puede ser recuperada por medio de cirugía. Además, es la cirugía más realizada en el mundo.
Degeneración Macular Relacionada a la Edad (DMRE)
Otra enfermedad cuya incidencia ha aumentado grandemente en los últimos años es la DMRE. Esta es la primera causa de ceguera después de los 50 años de edad en países desarrollados.
Hasta hace pocos años atrás, el médico oftalmólogo no podía hacer nada para impedir el avance de la enfermedad. La edad avanzada, la ingesta de grasas saturadas, el tabaquismo, y los antecedentes familiares son los mayores factores de riesgo. Luego de los estudios multicéntricos de gran relevancia como el AREDS y el AREDS II, se descubrió que la buena alimentación y el estilo de vida son de gran importancia en la prevención de la enfermedad y también son útiles en su tratamiento. Nuevos medicamentos pueden ayudar en casos específicos, como los Anti-VEGFs. La DMRE, al contrario del glaucoma, afecta de forma primaria la visión central trayendo gran perjuicio comprometiendo actividades como la lectura y la visión de detalles.
Alimentos ricos en vitaminas C y E, Zinc, cobre, luteína, zeaxantina, omega 3 pueden prevenir y hasta estabilizar la DMRE. Para las mujeres, además de esos elementos, las vitaminas B6 y B12 así como la ingesta de ácido fólico traen beneficios.
Retinopatía diabética
Otro grupo importante, que tiene mayor riesgo de pérdida de visión es el grupo de las personas diabéticas. Tanto las del tipo 1 como las del tipo 2. Estas deben hacerse un examen de fondo de ojos periódicamente. La retinopatía diabética es la tercera causa de ceguera irreversible en el mundo. Y una vez más, la alimentación y el estilo de vida saludable son la base de la prevención.
En todos los casos, la prevención continúa siendo la mejor estrategia en el cuidado de los ojos. La alimentación saludable, ejercicios y seguimiento médico oftalmólogo son los pilares de la buena vista.