Por Julia Bianco

Con más de 1,5 millones de personas que dejaron su país, los venezolanos son la cuarta nacionalidad en realizar pedidos de refugio en 2017. Brasil es uno de los principales destinos  buscados por ellos, después de Perú y Estados Unidos. La elección de vivir en Brasil ocurre principalmente por la proximidad geográfica, siendo que el estado de Roraima limita con buena parte de Venezuela. ADRA Brasil está allí, ayudando a los que llegan a tener un nuevo comienzo con más dignidad.

Según informaciones de la Policía Federal, más de 40 mil venezolanos ya entraron en la ciudad de Boa Vista/RR. Huyendo de una terrible crisis económica, en la que la inflación sube descontroladamente, y de una crisis humanitaria no asumida por los gobernantes, ellos llegan a Brasil sin ningún tipo de recurso o condición. Por no tener otra opción, muchos de ellos llegan al punto de viajar desde la frontera hasta la capital, una distancia de más de 200 km., a pie.

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Hace cinco años consecutivos el número de refugiados y desplazados ha crecido en el mundo. Según los datos actualizados divulgados por elAlto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), más de 68,5 millones de personas se encontraban en condición de desplazados hasta el final de 2017, o sea, hasta el final del año pasado, una cantidad mayor que la población total de Francia, tuvo que dejar sus casas en busca de refugio.

Reaccionando frente a ese contexto de extrema relevancia social a nivel mundial, la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) ha actuado en varias regiones del mundo en favor de los refugiados. Uno de los proyectos más recientes es el de ADRA Brasil junto con USAID/OFDA, agencia del gobierno estadounidense responsable por actuar en situaciones de crisis y desastre en otros países.

El proyecto ha asistido a los refugiados venezolanos en el estado de Roraima, enfocándose en acciones de ayuda inmediata, como la entrega de kits de higiene personal, colchones, ropa de cama, calzado y kits de cocina. También están siendo promovidas actividades educativas en cuanto a los cuidados sanitarios que deben ser tomados, principalmente en situaciones de refugio, en la que ellos se encuentran.

El objetivo es ayudar a esos extranjeros en el momento en que llegan a Brasil, sin dinero, sin comida, o incluso sin calzado. El gobierno brasilero se ha encargado de reubicar a esos refugiados en otros estados del país, de manera que los proyectos de desarrollo humano deberán ser estructurados en una segunda etapa, en diferentes estados brasileños.

Mundialmente, el día 20 de junio fue recordado como el Día del Refugiado. La Iglesia Adventista seleccionó el día 16 del mismo mes en su calendario oficial para orar por ellos y contribuir con los proyectos que apoyan esas población, pero usted también puede contribuir accediendo a adra.org.br. Vea aquí el programa Revista Nuevo Tiempo en una edición especial para el Día del Refugiado.