Noticias Adventistas

Biblia

La teología contraria a la Biblia que está detrás de la decisión de Trump

¿Qué es el sionismo dispensacionalista que está detrás de las decisiones de Donald Trump? Excelente artículo para reflexionar.


  • Compartir:

Crédito de foto: elmedio

¿Por qué creo que el sionismo dispensacionalista, que está detrás de las decisiones de Donald Trump de reconocer Jerusalén como la capital de Israel, es contrario y completamente irrelevante para la escatología bíblica?

En mi último artículo/video expliqué por qué creo que la decisión de Trump indica una tendencia de los Estados Unidos, que marcará el cumplimiento total de la profecía de Apocalipsis 13. Cuando con el uso de la fuerza y la eliminación de los derechos de libertad religiosa, será impuesto a través de un decreto que impida a las personas seguir los mandamientos de Dios.

La discusión que generó este video fue interesante. Especialmente entre los defensores de la teología sionista dispensacionalista.

Quiero aclarar algo importante antes de seguir con este mensaje. No tengo, en absoluto, el objetivo de atacar a personas o instituciones. Creo que necesitamos vivir en paz y armonía entre personas que piensan diferente. Concretamente, mi deseo es conversar con mucho respeto. Es claro que usaré argumentos de la Sagradas Escrituras en las cuales creo, defiendo, pero que pueden incomodar a algunos. Repito, lo hago con todo respeto.

El sionismo dispensacionalista y la decisión de Donald Trump

Vamos ahora a pensar juntos haciéndonos la siguiente pregunta:

¿Por qué esta decisión sobre Jerusalén, del presidente de los Estados Unidos, pone eufóricos a líderes del mundo evangélico?

La respuesta es simple. Una gran parte de los cristianos evangélicos, aunque no todos, aceptan las enseñanzas de la teología dispensacionalista. Inclusive, algunos siguen una teología sionista dispensacionalista.

Déjame explicar este concepto.

El dispensacionalismo es una doctrina escatológica cristiana que defiende que la segunda venida de Jesús a esta tierra, será un acontecimiento físico, pero que envolverá primero un arrebatamiento secreto, seguido por un periodo de 7 años de tribulación, y que después del cual será la batalla del Armagedon y establecimiento del reino de Dios en la tierra.” [1]

En resumen. Esta teología defiende que el mundo está pasando por 7 dispensaciones o periodos. Los exponentes de esta interpretación dicen que, en este momento nos encontramos viviendo en el sexto periodo, la dispensación de la gracia. Y que con el anuncio de la restauración de Jerusalén, se están cumplimiento textos bíblicos como, Zacarías 12, Ezequiel 12, Miqueas Ezequiel 38 y 39 entre otros.

Cumplimiento que, según los defensores del sionismo dispensacionalista, antecede el arrebatamiento secreto de los fieles y el inicio de la gran tribulación que duraría 7 años hasta que Jesús vuelva e instaure un reino de paz aquí en la tierra. Un reino cuya capital mundial será la Jerusalén literal.

Es por esa razón que los evangélicos que defienden esta línea teológica están en contra de acuerdos de paz en Medio Oriente, y a favor del avance de la restauración de Jerusalén, a cualquier costo. ¿Por qué? Simple, ellos sienten que lo único que se consigue con esos acuerdos de paz es dilatar los acontecimientos finales y las promesas de restauración de Dios hechas a Israel.

Este fue un resumen muy rápido. Quedan detalles para ser explicados, pero sugiero seguir leyendo sobre este asunto. Dejaré abajo algunas recomendaciones de libros y links.

Sin embargo, es necesario destacar antes de seguir que, todas estas profecías que son mencionadas por los sionistas dispensacionalistas, fueron hechas por Dios a Israel pero fueron condicionales a la fidelidad de Israel al pacto. Y que, como todos sabemos, no se pudieron cumplir por causa de la infidelidad de Israel. Por lo tanto, todas estas promesas fueron transferidas a la iglesia. Explicaré esto más adelante.

¿Por qué pienso que la teología dispensacionalista está equivocada?

Con todo respeto y cariño, quiero decirles a todos ustedes que están pensando junto conmigo, especialmente a mis hermanos evangélicos, que siguen esta teolgogía, que creo firmemente que esta interpretación es completamente contraria a la Biblia. Que no tiene fundamento bíblico sólido y que tuerce las escrituras para engañar a aquellos que no estudian las profecías bíblicas de manera profunda.

El profesor Leandro Quadros, colega del programa de la Mira de la Verdad que se emite en la TV y la Radio Nuevo Tiempo, en un video publicado esta semana en su canal de youtube [2], coloca algunos argumentos que me parecen interesantes para entender por qué esta interpretación herética no tiene fundamento bíblico.

Permítanme hacer un resumen de estos argumentos:

  1. A diferencia de la teología dispensacionalista, la Biblia no hace distinción entre el Israel étnico y la Iglesia.

Gálatas 3:28 y 29 lo deja muy claro cuando el apóstol Pablo dice:  ¨Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús. Y si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa.¨

En Cristo y gracias a Cristo, para Dios, ya no hay más distinción de raza, etnia, sexo, idiomas, etc.  Todos somos uno en Él y en su sangre. Por lo tanto, todos, independientemente de nuestra raza (si somos o no judíos), tenemos acceso a la promesa de la herencia realizada a Abraham. Todos somos herederos de la promesa.

Siguiendo esta línea, en Romanos 9:7-8, Pablo agrega:

“No que la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos; sino: En Isaac te será llamada descendencia. Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino que los que son hijos según la promesa son contados como descendientes.¨

Una vez más el concepto. La herencia no es étnica, TODOS los seres humanos tenemos acceso a la promesa de la herencia eterna en Cristo.

En resumen, la Biblia, NO ADMITE una separación entre un Israel literal étnico y la Iglesia. Ahora, la herencia que era para Israel fue transferida a la Iglesia. Todos los que creemos somos herederos. Por lo tanto, pueblo de Dios.

Si quedara alguna duda sugiero leer Romanos 2:28 y 29; y Efesios 3:6.

  1. Un segundo argumento, y muy importante, son las palabras de Jesús. El nunca prometió la restauración política y/o restauración simplemente terrenal de Jerusalén.

Jesús prometió a sus seguidores la tierra entera, no sólo una porción en Medio Oriente.

Lee conmigo Mateo 5:5 donde Jesús dice: “Bienaventurados los mansos, porque ellos recibirán la tierra por heredad”.

El texto es claro, los mansos recibirán la tierra por heredad. La restauración territorial que Jesús prometió es el mundo entero, NO solo Jerusalén.

Por otro lado, en Juan 4:21, en el encuentro del Señor con la mujer samaritana, la Biblia nos da más luz en relación con este punto: “Jesús le dijo: Mujer, créeme, que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre”.

Y agrega en el verso 23: “más la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren”.

El apóstol Pablo agrega en Romanos 4:13. “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”. Resalto la frase: ¡Herederos del mundo! ¿Se entiende?

Por si quedara alguna duda, Hebreos 11: 9 y10 nos dice: “ Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

En el verso 16 del mismo capítulo agrega: “Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”.

Entonces, ¿tiene la restauración de Jerusalén literal y el Israel étnico algún papel en la profecía bíblica en el fin de tiempo?  La respuesta clara es no.

  1. El tercer argumento tiene que ver con lo que realmente como cristianos debemos esperar. El apóstol Pedro lo dice claramente en su segunda epístola, en el capítulo 3 versos 11 al 13:

“Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándonos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán! Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia”.

Como cristianos, nuestro foco no debe estar en la restauración de la Jerusalén literal. La ciudad restaurada que debemos esperar como cristianos, es la ciudad no hecha de manos, hecha por Dios mismo. La nueva Jerusalén celestial que es descrita en Apocalipsis 21. Nosotros esperamos cielo nueva y tierra nueva.

Rapto secreto, la gran mentira

Dicho esto quisiera dejar claro otro punto controversial y herético de la teología dispensacionalista que es el RAPTO SECRETO.

Bíblicamente hablando ¿Puede haber un rapto secreto?

El mismo Jesús hablando de su venida en Mateo 24:30 y 31 dijo:

“Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro”.

Y el apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 4:13-18 nos dice:

Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”.

En Apocalipsis Juan agrega: “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”.

Los textos pueden seguir… pero…. resumiendo lo que aprendimos hasta aquí de la lectura de la Biblia.

  1. La venida de Jesús será un solo evento global. No hay nada tal como un evento secreto y posteriormente un segundo evento delante de todos los seres humanos. Será UN sólo evento.
  2. La venida de Jesús será un evento visible. Como el relámpago que se muestra en el cielo. Todo ojo lo verá.
  3. La segunda venida será un evento audible. La trompeta sonará y todos la escucharán. Hasta los muertos.
  4. Cuando Jesús venga, los muertos que murieron en Él, resucitarán.
  5. En ocasión de la venida de Jesús, todos, los vivos y los muertos en Cristo, serán arrebatados de manera visible para vivir mil años en la Nueva Jerusalén celestial. Como lo dice Apocalipsis 20. Los mil años no serán en esta tierra, serán en el cielo.

Finalmente decir que, según la Biblia, cuando esos mil años terminen, la nueva Jerusalén descenderá del cielo a la tierra renovada. Habrá una gran lucha final donde Satanás y sus aliados serán destruidos. El pecado no existirá más y, a partir de ese momento, comenzará una eternidad sin pecado en una tierra renovada y cuya capital será la Nueva Jerusalén que descendió del cielo.

Consideraciones finales

 Amigos, de una cosa estoy seguro, estamos viviendo tiempo solemnes. Tiempos en los cuales el mundo está convulsionado.

Muy pronto, Cristo se manifestará y pondrá un punto final a esta historia de pecado. Todos necesitamos abrazar hoy las promesas que fueron transferidas por Dios para todos los que creen en Él.

Por otro lado, independiente de nacionalidad, étnia, fe o religión, podemos y debemos tomar decisiones importantes en nuestra vida y entregarle nuestra vida a Jesús, para estar listos para su venida. Nadie tiene su destino cerrado o sellado, para vida o para muerte eterna. TODOS estamos a tiempo de entregarnos a Jesús y seguir su enseñanzas.

Voy a decir lo que ya dije anteriormente. Lo que acabo de argumentar tiene su fundamento en la Palabra de Dios. Con total honestidad y con todo respeto, sin el ánimo de atacar a nadie, pero sí con la idea de arrojar luz basados en la Biblia, a los asuntos que se están discutiendo hoy.

Creo que usted y yo somos sinceros y que podemos discutir ideas en el marco del respeto. ¿No le parece?

Finalmente, no me creo mejor que nadie. No creo ser el depositario de la verdad. Estudio la Biblia cada día porque sé que a través ella Dios se revela y revela su verdad. Oro cada día para que Dios pueda guiarnos en este camino hasta la Nueva Jerusalén.

Amigo, le hablo a usted que es un cristiano sincero. Lea la Biblia en oración. Compare los textos y vea por usted mismo si el pensamiento dispensacionalista tiene argumentos delante de los claros argumentos de la teología de la Biblia. ¡Crea en la Biblia!

Necesitamos pensar en esto y tomar decisiones en nuestra vida.

Que Dios te bendiga y recuerda compartir este mensaje con tus amigos.

Mira el video explicativo

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Dispensacionalismo

[2] Leandro Quadro - https://www.youtube.com/watch?v=-yYYzabQrDQ&t=518s

Jorge Rampogna

Jorge Rampogna

Biblia360

“Pensando la vida desde el punto de vista de Aquel que todo lo ve”

Graduado en Teología en la Universidade Adventista del Plata, Argentina. Post graduado en Comunicación corporativa en UNASP-EC, Brasil. Trabajó en la Rede Novo Tempo de Comunicação como director asociado para el área hispana y también como director de la TV Nuevo Tiempo para español y portugués. Actualmente se desempeña como director del departamento de Comunicación de la sede sudamericana adventista.