Iniciativas para incentivar el estudio de los libros de Elena de White
Los libros de la autora están disponibles gratuitamente en Internet en más de 100 idiomas.
Brasilia, Brasil… [ASN] “Estamos en una fase de indiferencia a los escritos del Espíritu de Profecía. Nuestro desafío es provocar en la Iglesia un despertar sobre este tema, uno de los pilares que garantizan la identidad adventista”, enfatiza el pastor Helio Carnassale, coordinador del área de Espíritu de Profecía para ocho países de Sudamérica.
La Iglesia Adventista considera como Espíritu de Profecía el don de profecía dado por el Espíritu Santo. Este don se manifestó en el ministerio de Elena de White a través de sueños y visiones que ella fue registrando. Los contenidos reunidos en libros originales y compilados, no son un sustituto de la Biblia: solo ayudan en su comprensión y orientan a la Iglesia. Para saber más sobre el tema, haga clic aquí.
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Para estimular a los adventistas de Sudamérica a dedicar más tiempo al estudio y la reflexión de esas instrucciones, los coordinadores del área procedentes de ocho países sudamericanos, administradores de las dos casas editoras y directores de cuatro centros de investigación sobre Elena de White, se reunieron en Brasilia entre los días 7 al 10 de setiembre para discutir y aprobar los documentos.
El primero es un manual práctico para coordinadores de Espíritu de Profecía de templos locales. El contenido los ayudará a tener una orientación sobre cómo promover el estudio de esos escritos entre los miembros.
El segundo tendrá las orientaciones para formar una red entre los centros White existentes en América del Sur. Hoy están establecidos cuatro centros de investigación en el territorio sudamericano en instituciones educativas de la Iglesia: en Sao Paulo y Bahía, Brasil, en Perú y en Argentina. Estos centros serán responsables de asesorar a los centros de estudio que también están en universidades. Y finalmente, también tendrán como atribución apoyar a los mini centros White presentes en las congregaciones.
De esa forma se espera que todos ellos estén interrelacionados, y principalmente que los centros de investigación y estudio puedan producir materiales nuevos que ayuden a los miembros en la comprensión de los temas más variados. “Tengo una expectativa muy positiva porque ella [la red] va a crear una integración entre los Centros White de investigación y de estudio que hoy están actuando independientemente”, aclara Carnassale.
Los dos documentos, sin embargo, todavía tendrán que ser aprobados durante la Junta Directiva de la Iglesia Adventista en Sudamérica, en noviembre.
El pastor Alberto Timm, director asociado del White Estate, institución adventista responsable por la preservación y promoción del patrimonio literario de Elena de White, también estuvo en el encuentro y demostró la misma preocupación que Carnassale. “Estamos viviendo una crisis de nuestra generación en la lectura y el estudio de la Biblia, y por extensión también de Elena de White”, diagnostica.
Por esta razón, la iglesia, tanto a nivel mundial como sudamericano, ha buscado maneras de hacer que esas orientaciones sean relevantes para las nuevas generaciones. En Internet, por ejemplo, los libros de la autora están disponibles gratuitamente en más de 100 idiomas. También hay una aplicación que permite tenerlos en dispositivos móviles. “Pero no resultará relevante para mí si yo no me detengo para beneficiarme con ellos”, recuerda Timm.
Minicentro White
La propuesta es que los templos locales que todavía no poseen un espacio destinado para esto, formen una biblioteca con los libros de Elena de White para que sus miembros puedan estudiarlos en el lugar o retirarlos para hacerlo en su casa.
Para este propósito, las editoras de la Iglesia ofrecen un descuento especial para la compra de la colección, con un subsidio de las sedes administrativas. Sin embargo, también es necesario invertir en estrategias para dinamizar el uso de los mini centros, como programas, seminarios y grupos de estudio.
“Por ejemplo, lo que considero provechoso es recoger preguntas de los miembros, formar grupos de estudio y después tener una mesa redonda con participantes de cada grupo para responder las preguntas sobre el tema estudiado. Tendríamos que volver desesperadamente al espíritu de los pioneros que poseían hambre por el estudio de la Biblia y del Espíritu de Profecía”, enfatiza Timm. [Equipo ASN, da la redacción]