Tubul, Chile – El Sábado 29 de Julio, los hermanos adventistas  de la caleta de Tubul, a unos 90 kilómetros al sur de Concepción, celebraron con un sano orgullo, la inauguración del templo que fue construido con sus propias manos y que a partir de ese momento, podrán desarrollar sus reuniones eclesiásticas en una estructura sólida y completamente nueva. Ellos saben que esta obra tiene detrás una historia de esfuerzo, constancia y fe.

A partir de las 11:00 hrs. comenzó la ceremonia de inauguración y dedicación del templo. Allí junto a la hermandad,  estuvieron presentes los líderes de la Iglesia Adventista de la zona Centro Sur de Chile: Pastor Milton Alaña (Presidente),  Pastor Aldo Delgado (Secretario) y el hermano Alexis Pardo (Tesorero). Quien presidió la ceremonia fue el pastor Alaña y luego de la oración, destacó el esfuerzo de los hermanos en el interés de dedicar lo mejor a Dios, y el significado que tiene para ellos y la comunidad, la presencia adventista en el sector. En su mensaje a la hermandad subrayó: "...Están abriendo una casa para que Dios bendiga,  salve y para que puedan disfrutar de su presencia en sus corazones. Este es el mejor lugar del mundo". Sentenció.

Al finalizar, el Pastor del distrito de Tubul, Rodrigo Méndez,  explicó que la mayoría de los miembros adventistas son pescadores y buzos que trabajan generalmente bajo el agua. Cuando cuenta cómo se desarrolló la construcción, dijo: “…Sólo se contaba con un millón de pesos, con eso no se podía construir un templo. Pero decidimos comenzar. Se invirtió ese dinero en madera, en materiales áridos, y luego comenzaron a llegar las donaciones y ofrendas de hermanos de distintos lugares y el  Señor proveyó por más de un año, todo. Hasta el último clavo lo dio el Señor y se terminó de construir nuestro templo.”

La Historia

La historia del grupo adventista de Tubul comienza con la llegada de un colportor, el hermano Fernando Iturra. Él sabiendo que en el poblado había un hermano adventista, llega hasta su casa el año 2000 y comienzan a celebrar en su hogar reuniones como filial de la Iglesia Adventista de Arauco. Con el tiempo el grupo crece y comienzan a utilizar una casa para alabar a Dios.

Esa casa, a pesar de su débil estructura, pudo mantenerse en pie a pesar del terremoto que afectó al lugar y la zona en febrero del año 2010. No solo resistió  el fuerte movimiento telúrico de 8.8 de magnitud, sino que por la misericordia de Dios, el tsunami que inundó el poblado tampoco la afectó, porque sin explicación, el sector que bordea la iglesia por sus cuatro costados, se mantuvo seco.

La hermandad, entendiendo que debían construir un templo y dejar la antigua estructura, decidieron juntar dinero entre ellos. Así lograron alcanzar un millón de pesos. Cifra que estaba muy debajo de lo que se necesitaba para levantar una nueva casa de adoración.

Sin embargo, se propusieron comenzar un nuevo plan para reunir dinero. Establecieron un programa de dadivosidad sistemática a partir del año 2016 y decidieron compartir su proyecto con personas de otras localidades. Así comenzaron a recibir donaciones y aportes que llegaron poco a apoco, hasta lograr la edificación completa en poco tiempo, en Julio de 2017. [Raúl Salamanca Muñoz]

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