Iglesia alerta contra riesgos de los rumores y noticias falsas
Según un especialista, la mayor consecuencia de los rumores son los impactos a la credibilidad de la prensa seria.
Brasilia, Brasil… [ASN] La fuerte discusión sobre rumores, fake News (o noticias falsas) y posverdad ya presenta repercusión concreta en la realidad, inclusive, de las iglesias. Esta semana, el pastor Ted Wilson, presidente mundial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, divulgó un comunicado en el que alerta contra informaciones no verídicas relacionadas a él. “De vez en cuando, ustedes pueden recibir algún mensaje que alega proceder del ‘Pastor Ted Wilson’, pero no es de mí. A veces, esos mensajes son enviados por personas que no tienen buenas intenciones, como por ejemplo, usan mi nombre para solicitar dinero para alguna causa. En otras ocasiones, las personas pueden tener buenas razones, pero están usando mi nombre para enviar mensajes que ellas creen que necesitan ser oídos. Aunque algunos de esos mensajes puedan ser buenos y sean bien intencionados, también es incorrecto atribuirlos a mí o a cualquier otra persona si no se conoce la fuente”, dice un fragmento de la nota.
¿Posverdad o mentira?
Wilson fue blanco de rumores relacionados, por ejemplo, a pedidos que él supuestamente había hecho para que las personas oraran con relación a las leyes dominicales o también una lista con preocupaciones generales de la Iglesia Adventista. El presidente mundial niega haber producido eso y alerta: “Tengan el cuidado de aceptar solo las informaciones correctas que pueden comprobarse y que provienen de una fuente de noticias conocida o de la Web”.
Riesgos reales
La Folha de Sao Paulo presentó en los últimos días una discusión en relación con el reciente debate sobre posverdad. De acuerdo con el profesor Carlos Eduardo Lins y Silva, docente libre en comunicación por la USP, quien participó del debate, noticias falsas siempre existieron. Para él “la novedad es la simplicidad y el bajo costo, la capacidad de proliferación rápida y con gran alcance geográfico”, dijo. Destacó, además, la formación de una “industria de la posverdad en los medios de comunicación sociales que al poblar con anuncios los medios de más acceso, premian la mentira y la noticia falsa”.
La preocupación es pertinente. Una encuesta del CNT/MDA publicada en febrero de este año, en Brasil, mostró que el 80% de los brasileños creen en las informaciones que vienen o leen en las redes sociales. De estos, 78,5% creen solo algunas veces y 1,5% creen totalmente en comparación al 17,9% que dicen no creer. Otros 2,1% no saben o no respondieron.
En la evaluación del periodista y profesor, doctor Ruben Holdorf, coordinador del curso de Periodismo del Centro Universitario Adventista de San Pablo (Unasp, campus Engenheiro Coelho), “la mayor consecuencia de los rumores o de noticias totalmente mentirosas impacta la propia prensa llamada seria. Como consecuencia de la realidad brasilera de analfabetos literales y funcionales, es un desafío para el periodismo imponerse frente a las redes sociales minadas por intereses velados. Al cuestionarse el papel de la prensa, se corre el riesgo de desestabilizar las estructuras de la democracia. Al dispensar o menospreciar la relevancia social de la prensa, otra fuerza pude asumir ese espacio y suprimir las libertades individuales y colectivas”.
El profesor Alexandre Kieling, doctor en Ciencias de la Comunicación, explica que las personas están viviendo en verdaderas burbujas en la red y desarrollan una percepción de la realidad fundamentada en informaciones que no siempre son verdaderas, pero que solo sirven para confirmar sus propias ideas. “Muchas de las noticias falsas resultan de la combinación de informaciones y palabras basadas en índices de clics en los contenidos de la red. Ese trabajo está hecho por robos. Por lo tanto, la racionalidad que impera en el caso no es de la noticia verdadera o no. Es la versión que provoca mayor atracción, sea falsa o no”, agrega.
Efectos mayores
El profesor Fabio Bergamo, doctorando en las áreas de Marketing y Ciber cultura, y columnista del Portal Adventista, observa que las noticias falsas forman parte del ambiente de la Iglesia, y que eso tiene efectos mayores de lo que se uno se imagina. En un artículo publicado recientemente comenta que “nos preocupa ver que esas mentiras nos afectan. Peor aun cuando la mentira se inicia en nuestro medio. Errores teológicos indisculpables y falsas doctrinas se están proliferando cada vez más en el medio adventista e increíblemente atrayendo seguidores. ¿Será que hemos llegado también a una era de posverdad dentro de la Iglesia Adventista? [Felipe Lemos, con informaciones de Folha de Sao Paulo].