¿Usted es capaz de reconocer a una persona reavivada y reformada en medio de la multitud? ¿Puede notar en sus hechos, por medio de su comportamiento, que esa persona tuvo sus momentos de devoción con Dios en las primeras horas de la mañana y cumplió toda la rutina de orar, leer la Biblia, estudiar la lección, leer la meditación matutina o el Espíritu de Profecía, entre otros?

Todo esto es muy importante y es la esencia de todo cristiano que busca ser más semejante a Jesús y lograr obtener victorias y éxito aquí en este mundo. Pero, a partir de eso, surge la pregunta expresada al comienzo de este texto relacionada a usted que está leyendo mis palabras. Si alguien se encuentra con usted en la calle, ¿se dará cuenta de que es un cristiano auténtico? Si se le dice al conductor del ómnibus, al empleado de la panadería, su vecino, su jefe, el colega de trabajo, el profesor, colega, etc., que usted es cristiano, ¿esas personas lo creerán basados en su forma de ser?

Hablar sobre reavivamiento y reforma es una teoría muy linda. Hablé sobre eso durante todo este año 2016. En este texto, en especial, me gustaría preguntar hasta qué punto usted ha buscado el reavivamiento y la reforma con la sinceridad de todo su corazón. Por ejemplo, ¿usted ha buscado someterse como criatura y reconocer que Dios es el Creador? Espere un poco, pastor ¿cómo dice?

Lo que quiero decir aquí, mi amigo, es que usted y yo podemos cumplir y realizar nuestras disciplinas espirituales, pero podemos estar tan llenos de nosotros mismos, con nuestra máscara de santidad, que no provoca ningún efecto o no tiene ninguna influencia sobre los demás, recordando que no hay cómo no influenciar y no ser influenciados.

Aquí hay algo mucho más profundo, más auténtico y verdadero. Es una realización completa de un caminar con Dios, donde usted y yo, al renunciar a nuestro yo, tenemos más poder, al final, la base para el verdadero éxito con el Eterno es la renuncia al yo. Necesitamos llenar los espacios vacíos de nuestra alma, vaciar los lugares llenos de orgullo y autosuficiencia, entregar nuestra voluntad en las manos de Dios.

Un ejemplo sencillo y básico sería, mirar el guardarropa y preguntar: “Señor, ¿qué ropa quieres que use hoy?” Al tomar el desayuno, preguntar: “Señor, ¿estás feliz con lo que estoy consumiendo, con mi cuerpo, que es tu santuario y cómo lo alimento?” Al llegar hasta la caja del supermercado, ¿usted puede sonreír y decir gracias y desear un buen día o buenas noches?

Lo que me gustaría que usted entendiera por medio de mis palabras de este mes es que si no existe una verdadera transformación, sólo hablar sobre reavivamiento y reforma es intentar practicar sólo como mera formalidad y no tendrá efecto alguno en su vida y tampoco en la vida de los demás. La esencia del ser es dejar de ser “yo” y permitir que sea “Jesús” en mí.

Me quedo pensando en un personaje de la Biblia, del cual no sabemos mucho, pero lo poco que se sabe en relación a él es tremendo. Allá en Génesis 5:22 dice que “Y caminó Enoc con Dios, […] trescientos años”. Frente a eso, me pregunto: “¿Cuál fue la diferencia de Enoc?” Tal vez podamos pensar que en su época el mundo no era tan malo como lo es ahora, pero si somos más atentos, podremos notar que la maldad ya llenaba la tierra, tanto que sería destruida por el diluvio poco tiempo después.

En esencia, ¿qué significa realmente andar con Dios?

En primer lugar, ande con sus pensamientos dirigidos a Dios. Todo comienza con los pensamientos. La Biblia dice: “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8). Esto incluye decidir andar con Dios.

Muchos saldrán de vacaciones en los próximos días. Tal vez podamos correr el riesgo de tomarnos vacaciones de Dios, pero no olvide que él es quien nos da lo mejor: su dulce presencia. Y si usted no la tiene inclusive en las vacaciones, no serán tan placenteras como podrían ser. ¿Quiere ser feliz hoy y en cualquier día de su vida? Sea en efecto amigo de Dios.