Buenos Aires, Agentina...[ASN] El proyecto MiPAR (Misioneros de las Publicaciones en Argentina) es un programa organizado por el área de publicaciones de la Iglesia Adventista en Argentina y tiene el objetivo de enviar misioneros colportores a lugares sin presencia o escasa presencia adventista.

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Desde la Unión Argentina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día y en conjunto con varias áreas como las de Misión Global y Evangelismo se decidió apoyar económicamente a un matrimonio que estuviera dispuesto a ir a un lugar con estas características. También la administración de la Misión Argentina del Centro Oeste (MACO) acompañó con un fondo económico desde las áreas de publicaciones y el área de evangelismo. Además se contó con recursos de los colportores del distrito de Chilecito, el pastor distrital Marcos Cabral y algunos miembros de Chamical. Esto se logró gracias al evangelismo integrado de la MACO. El proyecto MiPAR es el de estudiantes colportores de la Universidad Adventista del Plata en Chamical, La Rioja.

Llegó el momento de decidir y una pareja de estudiantes de la UAP estuvieron dispuesto a realizarlo. Matías Núñez, se graduó de licenciado en Teología y actualmente estudia psicología y Soledad Machaca, su esposa, quien terminó enfermería y actualmente cursa el quinto año de medicina. Ambos tenían el sueño de servir a Dios en el extranjero como Asia o África, pero cuando surgió esta oportunidad no dudaron un instante y comenzaron la aventura hacia Chamical.

Matías comenta que su sueño y el de su esposa era dedicar un año como misioneros voluntarios. Cuando lo decidieron aún no se habían casado pero en sus corazones ya estaba el deseo de servir a Dios.

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Al principio no les interesó demasiado la propuesta en La Rioja, pero fueron pasando los meses y las oraciones y el contacto con el pastor Fernando Mammana, líder de publicaciones de la Unión Argentina fueron determinantes para tomar la decisión. Luego de oración y dedicación por parte del matrimonio Núñez llegaron a Chamical, lugar que ya conocían porque Matías había colportado en otra oportunidad. Lleno de expectativas, ambos trabajaron con personas brindando estudios bíblicos, colportando, asistiendo a personas que querían conocer más sobre la palabra de Dios.

Matías comenta: “La experiencia fue muy gratificante. Por momentos no entendíamos porqué habíamos aceptado, pero la satisfacción que nos dejó es el hecho de que pudimos predicar a través de los libros y los estudios bíblicos”.

Gracias a Dios y al trabajo en equipo por parte de Matías y su esposa Soledad, diez personas entregaron su vida a Dios a través del bautismo. Estas se suman a otras diez que ya eran los primeros adventistas de la zona. Comenzó una pequeña congregación y al cabo de un tiempo se logró terminar la construcción del templo. Aunque faltan detalles, las personas ya se reúnen en aquel lugar que quedará como testimonio vivo del trabajo realizado por parte de los colportores. Un templo que marcará un antes y un después en la vida  de los lugareños. En total y junto con los colportores que allí trabajan, casi treinta personas se reúnen cada sábado para adorar a Dios.

Núñez destaca con humildad: “Hicimos un trabajo lindo en Chamical que gracias a Dios dió sus frutos. La experiencia es muy recomendable. Fue toda una bendición de Dios”.

El sueño de ambos es finalizar sus estudios y continuar sirviendo a Dios en sus áreas de estudio. Sin duda, el hombre propone y Dios dispone. Una vez más vemos la dirección de Dios en quienes lo aman y respetan. [Equipo ASN, Alexis Villar]