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Leyes dominicales en Argentina

La controversia entre el sábado y el domingo estará en el centro del embate final entre Cristo y Satanás.


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A principios de julio entró en vigencia en la provincia argentina de Santa Fe la ley 13.441, que regula la apertura y cierre de establecimientos comerciales los domingos. La llamada ley de “descanso dominical” despertó polémica en Internet. Sin embargo, la precipitación y la exageración han dificultado una comprensión más clara de los hechos y de cómo la realidad actual está de a poco convergiendo para el clímax escatológico de Apocalipsis 13. También percibimos manifestaciones apasionadas y descontextualizadas en la web que perjudican en vez de ayudar en la predicación del “evangelio eterno” (Apocalipsis 14:6).

En primer lugar, como vimos, la ley no es nacional, sino provincial. La ley no tiene un alcance irrestricto, porque está centralizada en los grandes supermercados, mientras permite la apertura de otros establecimientos. La iniciativa del proyecto que está en trámites desde 2014 no partió de grupos religiosos, sino de la Asociación de Empleados de Comercio, o sea, un sindicato.

La ley también despertó una fuerte oposición de los empleados, que ven la disminución de su salario, además de la perspectiva de demisiones significativas (20% del total de funcionarios de grandes supermercados). Los empleadores afirman que el domingo es el día de mayor movimiento, y el cierre en ese día ocasiona un perjuicio financiero que la venta en otros días no puede compensar.

Notamos que el contexto de esa ley dominical está lejos de un movimiento religioso en torno del domingo. Tanto que no está generando conmoción entre los adventistas argentinos, pues no les afecta tanto individual como institucionalmente, según Walter Steger, de la Asociación Casa Editora Sudamericana. A pesar de eso, la Iglesia Adventista en la región está atenta y hasta emitió un comunicado oficial ya en 2013.1 En los últimos años se tomaron iniciativas en favor de leyes dominicales, ya fueron adoptadas en la provincia de La Pampa; la provincia de Chaco votó la ley en 2011, la que fue vetada por el gobernador. En ciudades del interior también hay leyes similares. En Buenos Aires existe un proyecto de ley en curso.2

Algunas preguntas sugieren una reflexión. ¿Por qué el sindicato argentino propone el descanso en domingo? ¿Por qué no permitir que los funcionarios tengan el derecho de elegir un día en la semana para descansar? Si la “ley dominical” no se trata de un hecho con implicaciones religiosas, ¿qué pretende transmitirnos? Son preguntas como estas a las que necesitamos dar respuesta antes de considerar todo normal o de hacer predicaciones o postear mensajes sensacionalistas. Analicemos entonces tres aspectos: cultura dominical, movimientos dominicales y clímax escatológico.

Cultura dominical

El descanso dominical ya está enraizado en la cultura latina y cristiana, de modo general. Aun en las sociedades donde la religión no es tan relevante, el “descanso” en domingo es parte de la memoria cultural. De día dedicado a lo sagrado, el domingo pasó a servir al entretenimiento, formando con el sábado el paquete secular del “fin de semana”. A pesar de que algunos sectores funcionan ese día, prácticamente en todos los países “cristianos”, muchas puertas se cierran, mientras otras bajan más temprano (en general, los centros comerciales y las tiendas norteamericanas cierran a las 19 el domingo).

En Argentina, así como en Brasil, la costumbre del descanso dominical siempre existió. Contrariando esa tradición, y estableciéndose como reflejo de una consolidación del consumismo, las grandes redes de supermercados y los centros comerciales se transformaron en templos de consumo, siendo el domingo un día reservado para ese propósito.

Movimientos dominicales

Las leyes dominicales, en muchos lugares, parecen ser una reacción al establecimiento del consumo como un valor primordial, en detrimento de la importancia del ser humano, o en relación a la tradición y a la fe. Algunos grupos, como en el caso del sindicato argentino mencionado, abogan a favor del domingo en defensa del “trabajo digno”, alegando ser degradante trabajar semanas completas, sin descanso, como sucede en la realidad. De esa forma, los defensores de los derechos de los trabajadores apelan a los tribunales para que se aprueben leyes que garanticen el descanso dominical del trabajador.

Por otro lado, hay grupos que recurren a una argumentación más religiosa para hacer frente al domingo secularizado. Se argumenta en torno de las tradiciones y de los valores cristianos en contraposición a los valores consumistas y sus efectos destructivos en la sociedad, o también al medio ambiente. Las encíclicas papales Dies Domini e Laudato sí son monumentos a esa causa.

Lo que une a ambas vertientes es la actuación junto a los sectores político y judicial para imponer el descanso dominical. Sea como un derecho del trabajador o como ejercicio de la fe, la dinámica percibida en la actualidad parece reflejar elementos del panorama presentado simbólicamente en Apocalipsis 13, en el cual la “marca de la bestia” será puesta “sobre la mano derecha o sobre la frente” (v. 16). Los adventistas interpretan la marca de la bestia como el domingo, en contraposición a la “señal de Dios”, el sábado (Ezequiel 20:12, 20; cf. Génesis 2:1-3; Éxodo 20:8-11; Apocalipsis 12:17; 14:12). Estar colocada en la mano o sobre la frente representa una “conveniencia” o una sujeción a la imposición, reflejada simbólicamente por la mano; o voluntaria, representada por la frente.3

El número de grupos y sectores de la sociedad comprometidos con la causa del domingo está creciendo en varias partes del mundo, entre ellos, la European Sunday Alliance. Son iniciativas dispersas, pero que convergen en un solo fin. De cierta manera podríamos hablar de un movimiento mundial, a pesar de desconectado, en torno del domingo. Pero, acciones coordinadas hace décadas por el Vaticano postulan al papa como el líder catalizador de ese proceso. En las encíclicas y en los discursos, la defensa católica del domingo agrega todos los argumentos, sean religiosos o seculares a favor de la observancia del primer día de la semana, esbozando el escenario de Apocalipsis 13.

Clímax escatológico

En la escatología adventista, la controversia entre el sábado y el domingo estará en el centro del embate final entre Cristo y Satanás y sus respectivos instrumentos humanos. Ese clímax solo se dará cuando la mayor potencia de la Tierra, instigada por un protestantismo corrupto, promulgue leyes que violen la conciencia e impongan observancias religiosas. “Para que los Estados Unidos formen una imagen de la bestia, el poder religioso debe dominar de tal manera al gobierno civil que la autoridad del estado sea empleada también por la iglesia para cumplir sus fines”.4

Por otro lado, es importante recordar que la controversia final implicará no solo la aceptación del domingo, sino un rechazo al sábado bíblico. “Cuando los hombres rechacen entonces la institución que Dios declaró ser el signo de su autoridad, y honren en su lugar lo que Roma escogió como signo de su supremacía, ellos aceptarán de hecho el signo de la sumisión a Roma, “la marca de la bestia”. Y solo cuando la cuestión haya sido expuesta así a las claras ante los hombres, y ellos hayan sido llamados a escoger entre los mandamientos de Dios y los mandamientos de los hombres, será cuando los que perseveren en la transgresión recibirán “la marca de la bestia”.5

Reflexión

Todavía no llegamos a ese punto. Utilizando las palabras de Elena de White, la “situación” no está “expuesta así a las claras ante los hombres”. Los poderes políticos todavía no están subyugados por los intereses eclesiásticos, aunque ya exista fuerte presión en ese sentido en los Estados Unidos y lo mismo en otros países como Brasil, con sus bancadas religiosas en el Congreso. Sin embargo, los acontecimientos aparentemente dispersos e irrelevantes deben estar en la mira. Hay una afinidad entre ellos.

Al mismo tiempo en que debemos huir de una actitud de alarmismo, necesitamos estar atentos. En medio de la vasta complejidad del mundo actual, los actores del drama final caminan poco a poco al gran desenlace, lo que puede no parecer muy evidente. El clímax escatológico previsto en Apocalipsis 13 todavía no llegó, pero está en camino. Debemos profundizar la comunión con Dios, por medio del estudio de la Palabra, de la oración y del testimonio. Solo una dependencia total del Señor nos ayudará a tener el discernimiento necesario para comprender el momento en que vivimos y a permanecer firmes cuando la hora finalmente llegue.

Lea más:

Compilación de Elena de White sobre leyes dominicales: http://revistaadventista.editorialaces.com/index.php/2016/04/01/libertad-religiosa/

Editorial “La marca de la bestia”: http://revistaadventista.editorialaces.com/index.php/2015/12/11/la-marca-de-la-bestia/

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1 Declaración de la Iglesia Adventista respecto de los proyectos de ley para imponer el cierre obligatorio de los establecimientos comerciales los domingos.  Pr. Carlos Gill Krüg, presidente de la Unión Argentina. 29 de agosto de 2013. Disponible en: http://www.libertadreligiosa.org.ar/web/ComunicadosAdventistas.htm#DominicalDeclaracionArg

2 Vea una lista de iniciativas de aprobación de leyes dominicales en Argentina y en el mundo:  http://www.libertadreligiosa.org.ar/web/legislaciondominical.htm

3 F. D. Nichol, Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día. (Bs. As.: ACES,1996) t. 7, p. 836, 837.

4 Elena de White, El conflicto de los siglos, p. 438.

Ibíd., p. 443.

Diogo Cavalcanti

Diogo Cavalcanti

Apocalipsis

El universo de las profecías bíblicas y sus respuestas para la inquietudes actuales

Graduado en Teología y en Comunicación Social, con posgraduación en Letras, trabaja en la redacción de la Casa Publicadora Brasileira (CPB). Es uno de los editores de libros, entre ellos, el Comentario Bíblico Adventista del Séptimo Día en portugués.