En la mañana de ayer, se realizó la maratón solidaria Viva con Esperanza, organizada por el Instituto Adventista de Resistencia en Chaco y por el Colegio Adventista de Salta, en el norte argentino. El evento tuvo como objetivo promover la salud y una mejor calidad de vida, a través de la actividad física en familia, ayudar a quienes más lo necesitan y distribuir literatura cristiana.

En Resistencia

La maratón contó con el apoyo de la municipalidad de Resistencia. Además, la inscripción al evento, declarado de interés municipal, era un alimento no perecedero para ser donado a un comedor. Gracias a la ayuda de la gente se logró recaudar 550 kg de alimentos. El jefe comunal, Jorge Capitanich, acompañado del subsecretario de Desarrollo Humano e Inclusión Social Hernán Knezovich, formó parte de los cientos de participantes que se dieron cita en la maratón solidaria.

Para el sistema educativo de la Iglesia Adventista del Séptimo Día es muy importante el bienestar y la calidad de vida de cada uno de los integrantes de la familia. Valores que se transmiten en las aulas de estas instituciones día a día.

La jornada finalizó con los objetivos específicos que apuntaron a promover la calidad de la salud y vida de los vecinos de Resistencia, a través de la actividad física y en familia.

En Salta

El evento convocó a más de 350 salteños, entre niños y padres. Una maratón donde el eje estuvo puesto en la solidaridad. Se logró recolectar 400 kg de alimentos no perecederos que donaron los participantes. La carrera estuvo organizado por el Programa Nacional de Comunidades y Municipios Saludables y el Colegio Adventista de Salta.

Con dos modalidades de participación, una de 2K y otra de 5K, el evento se desarrolló en un marco solidario, inclusivo y participativo. Respecto a lo recaudado, uno de los funcionarios municipales anticipó que los alimentos serán distribuidos en comedores y merenderos que funcionan en diferentes puntos de la ciudad, priorizando la cantidad de asistentes que tengan estos espacios comunitarios.

Sin lugar a dudas, el que ganó en estas maratones, fue la solidaridad.