Brasilia, DF ... [ASN] La Junta Directiva de la Iglesia Adventista del Séptimo Día para ocho países sudamericanos comenzó este viernes 20, en Brasilia, con un énfasis claro: cada miembro debe usar su talento en favor del ministerio.  El encuentro reúne a 112 líderes adventistas que decidirán el rumbo de la organización para los próximos años. La primera parte de la reunión fue orientada a la inspiración de los presentes.

Se presentaron tres historias con el objetivo de mostrar que la iniciativa llamada Mi talento, mi ministerio es algo posible para cada miembro adventista. Los pastores Everon Donato, líder del Ministerio Personal, y Luis Goncalves, evangelista sudamericano adventista, destacaron que la idea es que las personas aprovechen sus conocimientos, habilidades y profesiones para motivar a otros a estudiar más la Biblia y tener un contacto con Dios.

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Fue el caso, por ejemplo, de la empresaria Marilza Bovolon, dueña de una distribuidora de cosméticos en Curitiba, capital de Paraná, quien relató a los presentes que resolvió ir más allá de lo que se espera de un miembro de iglesia.  En la iglesia local, Marilza trabaja para apoyar a los miembros recién bautizados; pero, en su propia empresa, abre las puertas para que los empleados también tengan tiempo de estudiar los temas bíblicos con profundidad. Fue así que en julio del año pasado, Vanusa Mariano, asistente financiera, comenzó un cambio en su vida.  “Yo estaba pasando por un momento difícil, una separación, pero sentía la necesidad de conocer más sobre la Palabra de Dios. Cuando vi que la empresa donde trabajaba me ofrecía la oportunidad de estudiar la Biblia, no tuve dudas y la aproveché”, comenta la joven. Vanusa estaba emocionada durante su bautismo, que se realizó como cierre de la apertura de la Junta Directiva el viernes por la noche.  Su intención no es limitarse a asistir a los cultos de la Iglesia Adventista en Curitiba.  Ella está decidida a usar su influencia para inicialmente llevar el mismo conocimiento y experiencia que tiene con la Biblia a sus familiares.

En el consultorio y en la sala de clase

Otros dos buenos ejemplos de lo que significa, en la práctica, el concepto de Mi talento, mi ministerio llamaron la atención de los delegados de la Junta Directiva.  El dentista paulista Rodolfo Segawa también entendió que podía ser más eficiente en la misión evangelística.  Su colaboración en las ferias de salud y las conversaciones sobre temas bíblicos con pacientes llevaron hasta ahora a por lo menos once personas a tomar la decisión por el bautismo. Segawa es modesto y afirma que podría hacer más, por eso sueña con aumentar la estructura para ofrecer atención gratuita a personas sin condición financiera de pagar un tratamiento odontológico. Siempre con la intención de explicar que su motivación es una sólida confianza en Dios.

Por otro lado, el analista de la Justicia Federal, Anderson Souza de Paula, de Formosa, región del Distrito Federal, no trabaja en un consultorio, sino en salas de clase.  Algunas improvisadas… Con la experiencia de haber aprobado 24 concursos públicos, este profesional utiliza el don que tiene, o sea, la capacidad de ayudar a otros a tener éxito y, por lo tanto, ser aprobados en los concurridos concursos de la capital federal.  Anderson reconoce que le gustaría ayudar más, pero le falta tiempo.  De todos modos, decenas de personas ya comenzaron a estudiar la Biblia y frecuentar un templo adventista, porque además de dar información sobre los contenidos solicitados en las pruebas para ocupar cargos públicos, el analista enseña sobre el libro sagrado del cristianismo.

La Junta Directiva siguió con una programación de inspiración durante el sábado, esta vez con énfasis en las Nuevas Generaciones, otro de los pilares adoptados por la Iglesia Adventista sudamericana para desarrollar proyectos especiales durante los próximos cinco años. [Equipo ASN, Felipe Lemos]