Guayaquil, Ecuador... [ASN] Margarita Sánchez, natural de Guayaquil, Ecuador, recorre en su bicicleta las calles de la ciudad de Huaquillas, en el país mencionado, estudiando la Biblia con familias interesadas que ha contactado por medio de sus actividades diarias. Para ella, predicar es su más grande satisfacción. “Estamos viviendo los tiempos finales y para mí es imposible permanecer quieta y no predicar a Jesús; mientras las personas a mi alrededor están muriendo y sufriendo sin conocerlo”, señala.

Unos kilómetros más al norte, en el sector de Los Almendros de la ciudad de Guayaquil, se encuentra Martha Cortez, madre de tres hijos, que aceptó a Jesús como Salvador hace diez años. Martha es conocida por ser una mujer entregada a la predicación del mensaje bíblico. Es lideresa de grupo pequeño, visita a los enfermos en los hospitales, ofrece cursos bíblicos y estas actividades han sido su fortaleza, como ella misma lo afirma. Aun cuando le ha tocado enfrentar momentos que probaron su fe y amor a Dios.

Una de las pruebas que le sobrevino a Martha fue el momento cuando su hijo Alberto Sánchez que llevaba una vida normal se vio afectado por una bacteria alojada en su organismo que afectó el desarrollo de su cuerpo, y hoy padece de una discapacidad total que le impide movilizar sus músculos y lo ha dejado sin habla. Sin embargo, esto no es impedimento para que cada mañana Martha le lea un capítulo de la Biblia a su hijo.

Martha recibió otros golpes duros. Hace siete años una repentina enfermedad provocó que su segunda hija falleciera poco antes de su graduación escolar. Después de cinco años de ese episodio y tras treinta y cinco años de casados, su esposo falleció meses después de que su madre pasó al descanso. Hoy, su hija mayor, su yerno y sus nietos, acompañan la vida y actividades misioneras de Martha, que considera que “no hay nada mejor que sostenerse de la mano de Dios en medio de las pruebas, porque es precisamente en las pruebas donde somos probados para ver de qué estamos hechos, y crecemos más por su gracia y amor”. Hasta el momento la viuda ha conducido a 11 personas a Jesús y pese a sus dificultades, Martha le pide a Dios que la mantenga predicando hasta el último día de su vida.

Mujeres investidas

Margarita y Martha fueron investidas en reconocimiento al trabajo y compromiso misionero realizado durante el año en el programa Esperanza Viva realizado en noviembre del 2015. Todas ellas pertenecen al sur del Ecuador (Misión Ecuatoriana del Sur- nombre eclesiástico de la región).

Para Raquel Mansilla, lideresa del Ministerio de la Mujer para esa región del país dijo que “el mayor gozo que toda mujer adventista puede experimentar es testificar acerca del amor de Cristo, y la esperanza de salvación que Dios ofrece al ser humano”. [Equipo ASN, Vanessa Castro y Marco Chile]