Buenos Aires, Argentina... [ASN] Santiago Pavan nació en la ciudad de la Plata, Buenos Aires, Argentina. Es el menor de 6 hermanos- cuatro hombres y dos mujeres-. Comenzó a estudiar odontología en una universidad privada antes de decidirse por cursar la carrera de teología. “Cuando se me cruzaba por la cabeza la idea de estudiar teología no quería saber nada”, relata Pavan.

En el segundo año de la carrera de salud dental el estudiante ya avizoraba el deseo de trabajar más para Dios. Pavan dice que lo pensó un año, hasta antes de inscribirse al tercer año de odontología. Seguidamente se convenció de tomar la decisión final de ser un pastor. Su gran desafío comenzaba, y para él era remar contra la corriente, cuenta. Santiago se preguntaba “¿qué van a pensar mis hermanos y familia?”.

Pavan manifestó para la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) que contarles su decisión a sus íntimos fue un verdadero reto. Él recuerda ese momento cuando viajan juntos en el auto con sus padres y decidió contarles la noticia. “Tenía unos nervios terribles cuando les dije que quería ser pastor. Mi papá se quedó callado y pensativo. “Cuando llegues a casa le cuentas a tu mamá”, me dijo”. “Al llegar a casa le conté a mi mamá, se contentó y hasta se emocionó. Mi padre quedó un poco más impactado por la decisión, pero siempre ambos me apoyaron y alentaron”, refiere.

Santiago tuvo que ir a la Universidad Adventista del Plata (UAP) para cursar la carrera de Teología. “Una vez que llegué a la universidad las cosas no fueron fáciles”. Los problemas se convirtieron en parte de la vida del joven. “En lo económico me ayudaron mucho el primer año. Gracias a Dios pude pagar el resto de los estudios por medio del colportaje”, dice Pavan.

El ahora pastor recuerda para ASN que “el mayor desafío fue ir haciéndome la idea de las cosas que yo había elegido dejar por estudiar teología”. Lo que más le costó fue colocar en la balanza la “pérdida” por haber decidido estudiar teología; pero por otro lado la ganancia de dedicar su vida para Cristo. “El tiempo que uno quiere para sus cosas personales ahora está dedicado a Dios y a su iglesia”, expresa Santiago.

Matrimonio

Santiago conoció a Florencia Locatelli mientras cursaba la carrera de odontología. Fue en ese entonces cuando comenzaron a enamorar. El pastor cuenta que Florencia se hacía la pregunta si casarse con un odontólogo o un pastor. “Florencia años antes soñaba casarse con un pastor algún día”. Eso fue lo que, también, motivó a Santiago y confirmó el llamado que Dios le estaba haciendo al ministerio pastoral.

Dependencia de Dios

Santiago y Florencia decidieron unirse en matrimonio y los preparativos para la boda fueron una gran prueba, dice el pastor. La parte económica era el factor principal ya que los dos estaban estudiando. “Mi último verano antes de casarme, solo colporté dos meses en Córdoba y fue mi mejor campaña de colportaje”, recuerda Pavan.

El pastor comenta que estaba preocupado, “dependía de esa campaña para mantenernos. Hice pacto con Dios. Él me ayudaría a vender los libros y mi tiempo restante lo iba a dedicar a dar estudios bíblicos. No hubo un día que no saliera a vender lo que tenía que vender. Era llegar a la casa y temblar de sentir que Dios me estaba bendiciendo. Gracias a eso se formó un grupo de oración. Fue el puntapié para casarnos con Florencia”. Finalmente se casaron el 21 de febrero del 2010.

Desafíos

“Como pastor el desafío es poder dedicar la mayor parte de mi tiempo a evangelizar a quienes no conocen del amor de Dios. Me sentiría en paz si lograría eso en cada distrito”, expresa. Y sigue diciendo que su sueño es que “mi familia esté preparada para la venida de Jesús. Tal vez ese sea el terreno más difícil de conquistar”, concluye.

Hoy en día el pastor Santiago Pavan junto a su esposa Florencia Locatelli sirven en el distrito de Lomas de Zamora, en la zona sur de Buenos Aires. [Equipo ASN, Alexis Villar y la redacción]