Herejías sobre la naturaleza de Cristo fueron tratadas en la primera carta de Juan
El propósito de la epístola de 1 Juan es limitada , lo que la hace entendible hasta para el lector sin experiencia.
Brasilia, DF... [ASN] La primera carta del apóstol Juan, escrita probablemente entre los años 90 y 95 d.C, fue dirigida a un grupo de cristianos con quienes el famoso seguidor de Cristo tenía cierta familiaridad. Hoy, millones de personas comenzarán la lectura de este libro en el marco del proyecto Reavivados por su Palabra.
En la primera carta de Juan, según el Comentario Bíblica Adventista: “El propósito principal de la epístola es pastoral. Juan escribe con amor a sus hijos espirituales para que puedan estar mejor preparados para vivir la vida cristiana. El amor es la nota dominante de la carta”.
Los estudiosos creen que la Iglesia cristiana, en el período del mensaje dado por Juan, sufría los ataques de las herejías que enseñaban los falsos maestros dentro del mismo grupo de fieles. Una de esas herejías enfrentadas por los líderes cristianos de la época eran dos principales formas de gnosticismo: el docetismo y el cerintianismo. Ambas enseñaban un conocimiento sin Dios y cuestionaban la naturaleza de Cristo. De acuerdo con el Comentario Bíblico Adventista: “el docentismo negaba la realidad de la encarnación y enseñaba que Cristo tenía un cuerpo humano solo en apariencia. La segunda herejía se originó en Cerinto, uno de los contemporáneos de Juan, quien se educó en Egipto y luego enseñó en el Asia Menor y propagó enseñanzas judaizantes. Cerinto enseñaba que Jesús había nacido en forma natural de José y María, y Cristo entró en el cuerpo de Jesús en ocasión de su bautismo, pero que se retiró o salió antes de la crucifixión”. [Staff ASN, de la redacción]
Vea la introducción a la carta de 1 Juan