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Internet: el nuevo campo de batalla

En pocos años Internet se tornó un medio de comunicación poderoso y esencial para varios aspectos de la vida humana como la educación, los > el entretenimientos > o y las relaciones. En el campo religioso vemos que las religiones e iglesias usa...


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En pocos años Internet se tornó un medio de comunicación poderoso y esencial para varios aspectos de la vida humana como la educación, los > el entretenimientos > o y las relaciones. En el campo religioso vemos que las religiones e iglesias usan cada vez más ese medio para fortalecer a sus fieles y alcanzar miembros nuevos.

Sin embargo, la misma Internet que favorece y facilita la expresión de la fe, religión y tantas otras cosas, también facilita la diseminación de abusos > exageraciones, discriminación, intolerancia y violencia. Como por ejemplo, grupos radicales y extremistas utilizan Internet para diseminar videos de ejecuciones, captar nuevos adherentes, invadir sitios y servidores para robar informaciones y para esparcir miedo y terrorismo.
También hay noticias de que jóvenes occidentales se están aliando a religiones, causas y conflictos en oriente a través de Internet. Tiempos atrás, mientras estudiaba un curso de idiomas online {por Internet}, recibí la invitación de otro alumno para practicar el idioma a través de chat, conversación. En poco tiempo me di cuenta que el verdadero objetivo de mi nuevo “amigo” era convertirme a su filosofía. Me envió una serie de direcciones de Internet donde yo podría profundizar más esa filosofía, en idioma árabe o en mi propio idioma. Esa experiencia puede ser un alerta para quien tiene hijos.

La guerra en la red

En 2005, Thomas Friedman en su clásico La Tierra es plana ya alertaba del hecho de que Internet se volvería el tablero de la próxima guerra mundial. Cuando vimos recientemente la invasión de hackers > piratas informáticos a varios sitios de organizaciones financieras y gubernamentales de occidente, por motivos religiosos, podemos percibir que eso está siendo una realidad.

El cyber terrorismo > ciberterrorismo es un peligro y forma parte de la agenda de seguridad de varios países. En redes sociales exclusivas, el protocolo invisible a la mayoría de las personas, grupos de terroristas se reúnen para elaborar planes, informar y entrenar a nuevos adeptos. El submundo de los hackers > piratas informáticos funciona de manera semejante, ya sea con el objetivo de una simple protesta (gray hats) o de robo de informaciones con fines de ventaja personal y financiera (black hats).

Para algunos especialistas el aumento de esas amenazas puede causar un daño mayor a la economía mundial que algunas enfermedades y epidemias. Una falla de sistema puede hoy parar aeropuertos, tránsito, hospitales y organizaciones, causando millones de perjuicios.

Para protegerse, algunos países de régimen comunista poseen programas de control y monitoreo de todo lo que navega > se transmite por Internet. En países como China, la supervisión es todavía mayor porque el acceso de los habitantes está restringido a lo que permite el gobierno. Varios países árabes también monitorean, controlan y prohíben ciertos accesos a sitios occidentales, bajo pena de prisión. Sin embargo, el caso más repercutido > de mayor repercusión de invasión a la privacidad es la vigilancia no autorizada que viene de los Estados Unidos. Por razones de seguridad, los datos que atraviesan los cables de Internet norteamericana son monitoreados. Con eso, cuando se detectan acciones sospechosas pueden provocar que la policía golpee la puerta de los ciudadanos mientras todavía están con las manos en los datos.

La ilusión de la privacidad

Es un hecho que Internet, en la mayoría de los países, todavía es libre, pero no significa que haya seguridad. Es una utopía pensar que es posible mantener la privacidad y anonimato en la web. Cada acción, sitio visitado, imagen visualizada > vista o conversación deja su rastro en los registros de los servidores, que pueden ser más tarde recuperados y usados en contra o a favor del autor.

Además, nuestros propios dispositivos personales cuando están conectados a Internet denuncian dónde estamos y cuál es nuestra posición y localización geográfica, a través del recurso de GPS.

Una mirada nueva

Mirar Internet a partir de un ángulo más pesimista, pero realista, nos debe recordar lo que Jesús dijo: “¡Id! Os envío como corderos en medio de lobos > Id; he aquí yo os envío como corderos en medio de lobos” (Luc. 10:3). Aun teniendo consciencia de los peligros, debemos usar más Internet con el propósito de esparcir luz, esperanza y preparar un pueblo para el regreso de nuestro Señor, mientras tenemos libertad. “Tengo que hacer las obras del que me envió, mientras es de día. La noche viene, cuando nadie puede obrar > Me es necesario hacer las obras del que me envió, entre tanto que el día dura; la noche viene, cuando nadie puede trabajar” (Juan 9:4).

Internet tiene la diferencia de ofrecer información, interacción y contacto personal como ningún otro medio de comunicación es capaz de hacer. Por eso, en el tiempo que antecede al regreso de Jesús, Internet será de especial importancia. Con ella podemos testificar en lugares donde el envío de misioneros puede ser casi imposible, podemos divulgar mensajes de esperanza que continuarán resonando lo mismo > aun cuando no haya más libertad religiosa.

Recordemos que todo lo que hacemos en el mundo virtual queda registrado, nuestro comportamiento en Internet debe ser coherente con lo que profesamos creer. Al final, “[…] hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres” (1 Cor. 4:9). Que los enemigos de la verdad no encuentren en nuestras actitudes virtuales razones para difamar nuestra fe. Que nuestros registros puedan testificar que nuestra batalla es la de sembrar amor y esperanza para un mundo mejor.

 

Carlos Magalhães

Carlos Magalhães

Iglesia conectada

Como llevar el mensaje de Cristo al mayor número posible de personas con la tecnología digital

Graduado en Publicidad y Propaganda, posee una maestría en Administración por la Fundación Getulio Vargas (FGV), en Brasil, y por años actuó en el segmento de e-Health. Se dedicó al desarrollo de estrategias de evangelismo en Internet por más de diez años. Actualmente es el director de Marketing Digital de la Sede Sudamericana de la Iglesia Adventista.